Andrés “Pillín” Bracamonte seguirá en prisión preventiva por el plazo máximo que estipula la ley. Así lo resolvió la jueza de primera instancia, Valeria Pedrana, quien convalidó la acusación realizada por el fiscal por el delito de lavado de bienes en contra del jefe de la barra brava de Rosario Central.

Al cabo de la audiencia que se inició el jueves a la tarde y concluyó en la mañana del viernes en el Centro de Justicia Penal, la magistrada desestimó el pedido de inconstitucionalidad que hicieron los defensores de Bracamonte y entendió que el acusado puede llegar a fugarse antes de que llegue a juicio o entorpecer el desarrollo del proceso penal.

Los defensores de Bracamonte habían ofrecido una fianza de un millón de pesos para que el barrabrava al menos cumpla arresto domiciliario mientras avanzaba el proceso, pero la jueza no hizo lugar a ese pedido, dejando en pié lo solicitado por el fiscal Moreno, es decir que Bracamonte quede tras las rejas hasta que comience el juicio oral y público.

Bracamonte fue acusado por el fiscal Miguel Moreno de haber lavado activos por algo más de 38 millones de pesos provenientes de presuntos ilícitos cometidos en casi dos décadas como jefe de la barra. En caso de ser hallado culpable por ese delito, la expectativa de pena prevé un mínimo de 4 años y medio y un máximo de hasta 13 años y medio de prisión.