La intervención a la empresa santafesina Vicentín intentó ponerse en marcha este mismo martes a menos de 24 horas del anunció del presidente Alberto Fernández. Dos aviones llegaron por la mañana al aeropuerto Teniente Daniel Jukic de la III Brigada Aérea de Reconquista con funcionarios nacionales para comenzar con la intervención a la compañía, pero se encontraron con su sede central cerrada, por lo que no pudieron ingresar.

La delegación estuvo encabezada por el subinterventor Luciano Zarich. Se presentaron ante el Juzgado Civil y Comercial de la 2° Nominación de Reconquista que está a cargo del magistrado Fabián Lorenzini, donde se tramita el concurso de acreedores de la cerealera. Allí, le hicieron entrega de una copia certificada por la Escribanía General de la Nación del Decreto de Necesidad y Urgencia del presidente por el cual dispuso la intervención.

Terminado ese trámite, los funcionarios se dirigieron en una caravana de autos acompañada por camionetas de la Policía de Seguridad Aeroportuaria hacia la sede central de la empresa Vicentín, ubicada en la vecina localidad de Avellaneda. Pero se encontraron con la sorpresa de que el edificio estaba bajo llave, y no pudieron ingresar. De a acuerdo a la información de Reconquistahoy.com, el abogado de la firma Vicentín había ordenado a media mañana al personal desalojar las oficinas y dejar todo cerrado. El poco personal que aún estaba en la vereda fue testigo de la llegada de la delegación oficial

Tras encontrar este obstáculo para tomar posesión de la firma, la comitiva se fue a la Municipalidad de Reconquista donde los recibió el intendente, Amadeo Enrique Vallejos. Allí mantuvieron una charla, almuerzo mediante. “Queremos que la empresa Vicentin se vuelva a poner de pie, que siga produciendo trabajo en nuestra Reconquista y que siga siendo parte del motor productivo de nuestra ciudad, de nuestro norte, de nuestra provincia y de nuestro país”, señaló el jefe comunal.

El presidente Alberto Fernández anunció este lunes la intervención y posterior expropiación de la empresa santafesina Vicentín, la cerealera de capital nacional más grande del país y una de las principales exportadoras.

Tras su default, Vicentin atraviesa un concurso de acreedores por casi 1.400 millones de dólares en deudas, que tienen a más de 2.500 acreedores en vilo con el Banco Nación a la cabeza, con un alto impacto productivo sobre el agro que afectó a las tres provincias de la región núcleo: Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba.