El gobernador Omar Perotti advirtió que la emisión de una cuasimoneda "es una alternativa que se analiza" ante un potencial escenario de iliquidez para hacer frente al pago de salarios y otros compromisos del sector público. El mandatario se mostró preocupado por la caída de la recaudación de impuestos provinciales y reconoció que las provincias están pidiendo "una colaboración a la Nación", por vía de una mayor emisión monetaria.

Tres días después de obtener de la Legislatura la autorización para tomar deuda por $ 37 mil millones, con el fin de reforzar la caja, y de otros $ 15 mil millones para atender la lucha contra el coronavirus, Perotti direccionó su pedido de plata al gobierno nacional.

"Aquí hay una instancia de emisión monetaria que debe ayudar a las provincias, si esa emisión no se puede garantizar, puede ocurrir lo que ocurrió en 2001, cuando se implementaron las cuasimonedas", dijo.

En los meses previos al estallido de la convertibilidad, más de una decena de provincias emitió bonos para pagar sus gastos y, a la vez, recaudar impuestos. El mismo gobierno nacional también instrumentó las Letras de Cancelación de Obligaciones Provinciales (Lecop). Cabe recordar que en el régimen de paridad estricta con el dólar no estaba permitido legalmente emitir pesos sin respaldo. Hoy no existe esa limitación.

Santa Fe no emitió bonos en aquel momento pero Perotti recordó que aquella "fue una alternativa interesante porque permitió pagar sueldos".

El gobernador, uno de los interlocutores privilegiados por el presidente Alberto Fernández en el universo de mandatarios provinciales, se sumó a una discusión que hasta ahora habían venido planteando algunos intendentes del Gran Buenos Aires.

El trasfondo es el efecto devastador del coronavirus y las políticas de contención en una economía ya golpeada por dos años de recesión macrista. Entre el aumento del gasto y la resignación de recursos, se estima que el paquete fiscal dispuesto por Alberto Fernández para amortiguar la crisis equivaldrá al 2,5 por ciento del PBI. Frente a la caída de los ingresos fiscales por la paralización de numerosas actividades, todos los economistas coinciden en señalar que esa asistencia deberá ser solventada con emisión monetaria.

En todos los niveles del Estado hacen cola para recibir esos pesos, que se suman a la fortísima asistencia que el Ejecutivo nacional está garantizando en todos los territorios provinciales. De hecho, el gabinete económico y social analizó esta semana específicamente la modalidad de un nuevo alivio a las provincias. Por lo pronto, se pusieron a disposición $ 6 mil millones en Aportes del Tesoro Nacional.

La emisión de cuasimonedas es una opción pero también una amenaza para presionar a la Nación y acelerar los tiempos.

Los números de la recaudación nacional de marzo anticipan un escenario escalofriante: crecieron apenas 30 por ciento contra una inflación del 50 por ciento. También la coparticipación bajó 11 por ciento en términos reales en marzo, de acuerdo al Iaraf. En Santa Fe la baja fue del 13 por ciento.

Si bien la provincia no publicó todavía las cifras de recaudación del primer trimestre del año, el gobernador alertó que "los recursos propios se han deteriorado". De hecho, a principios de semana, pidió a los santafesinos que paguen los impuestos.

Desde el cambio de gobierno, la administración de Alberto Fernández repuso un conjunto de transferencias que se habían interrumpido o recortado durante 2019, como los subsidios al transporte, se aceleró el pago de los anticipos de la Ansés para financiar parte del déficit de la Caja de Jubilaciones y se congeló la tarifa eléctrica mayorista. En paralelo, se volcaron recursos para ejecutar en el territorio provincial nuevos programas nacionales como la tarjeta Alimentar. Más recientemente, el Ingreso Familiar de Emergencia se sumó a ese paquete.