Las medidas lanzadas por el gobierno nacional lejos de llevar tranquilidad al mercado inmobiliario rosarino, que en el último año sufrió una brusca caída en las ventas, aumentó su preocupación. El anuncio de un recargo del 30 por ciento a las compras con tarjeta en moneda extranjera disparó el precio del dólar paralelo y, por lo tanto, el valor de las propiedades.

“Es una nueva estocada al 2019, un año sumamente difícil para el sector inmobiliario”, comentó Andrés Gariboldi, referente de la Cámara de Empresas Inmobiliarias de Rosario, quien reconoció la “preocupación” del sector ante los problemas que provoca el hecho de que “hoy poder conseguir los dólares para adquirir un inmueble tiene un costo mayor”.

“Fue un año muy duro, extremadamente difícil, las ventas cayeron entre el 25 y 30 por ciento respecto del año pasado”, explicó Gariboldi. “El factor elecciones jugó también un papel principal, porque la gente demoraba la toma de decisiones y eso también afectó al mercado”, añadió.

“Hemos tenido una tasa de interés altísima, era mucho más rentable ir al mercado financiero que al inmobiliario, y por eso también causó una retracción en las ventas”, explicó el agente inmobiliario, y apuntó: “El mercado, en hipotecas, ha sido ínfimo, hubo muy poquitas operaciones de gente que se animaba a tomar un crédito hipotecario, no funcionó”.

“Hoy realmente es imposible tomar un crédito”, enfatizó Gariboldi, y explicó: “Si no tenemos una moneda estable, una baja significativa de las tasas de interés y sigue habiendo una inflación alta, es muy poco probable que podamos tener un crédito de mediano y largo plazo como requiere nuestro país para solucionar el déficit habitacional que tiene”.

Gariboldi admitió que hoy se busca un “punto de equilibrio” en las operaciones para que no se caigan. “Si estás vendiendo para inyectarle dinero a una empresa o negocio, es probable que cierres la operación en pesos, pero si sos propietario y vendés porque querés desprenderte de la propiedad, seguramente vas a querer dólares para cubrirte”, indicó.

Con respecto al precio de las propiedades, señaló: “A partir de la última devaluación de agosto, hubo una corrección, sobre todo en aquellos que construyen. Las empresas que van desarrollando unidades mes a mes, cuya mano de obra y materiales son en pesos; pueden acompañar el ajuste de pesos y no dependen tanto del dólar”.

Finalmente, sentenció: “De todos modos, cuesta hacerle entender que su inmueble bajó de precio; porque cuando mira alrededor, todo lo que tiene no bajo nada”.