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21:50:26 10/12/2019

Javkin prometió cumplir con su responsabilidad y le pidió al pueblo que se lo demande

Pablo Javkin dio su primer discurso ante la gente como intendente de la ciudad y juró cumplir la responsabilidad que le dieron los ciudadanos al elegirlo. Rodeado por un importante marco de público, pronunció emotivas palabras en el Propileo del Monumento a la Bandera y trazó los lineamientos básicos de la gestión que llevará adelante.

El flamante jefe del Palacio de los Leones hizo especial hincapié en que hoy ocupa ese cargo porque los ciudadanos lo pusieron en ese lugar y le dieron esa "responsabilidad. Entonces, hoy, ante este monumento y ante ustedes, juro cumplirla. Y si así no lo hiciere, que el pueblo de la ciudad me lo demande".

Acompañado por familiares y funcionarios de su gabinete Javkin orientó su gestión basándose en siete puntos: respeto, control, cercanía, infancia, gabinete, rosarinidad y unir.

El discurso que pronunció el jefe del Palacio de los Leones:

"Este monumento es nuestra carta de identidad. Este monumento que, con su fuego eterno y su proa apuntando al futuro, es la imagen de Rosario ante el país y el mundo. Este monumento es de todos. Por eso quise estar aquí, hoy, en esta noche de diciembre. No quise asumir solo. Quiero y necesito hacerlo frente a ustedes. Con ustedes. Quiero que me acompañen, quiero que todas las vecinas y vecinos de la ciudad me acompañen en el enorme esfuerzo que va a significar poner Arriba Rosario.

"Tengo 48 años y, si no recuerdo mal, la primera vez que soñé con ser intendente de esta ciudad fue en el colegio primario. Hacía unos meses se había terminado la guerra de Malvinas y una mañana la maestra nos contó qué cargos se iban a elegir cuando hubiera elecciones. Nos hizo jugar a ver qué nos gustaría ser cuando fuéramos grandes. Yo dije intendente. Ese nene no sabía que, 38 años más tarde, el sueño se le iba a cumplir. Ojalá este adulto esté a la altura de aquel pibe.

"Recién nombré un episodio muy triste de la historia de nuestro país: la guerra de Malvinas. Hoy a la mañana izamos la bandera en el mástil y yo pedí especialmente que a esa bandera, que es la oficial, la trajeran los excombatientes. Quise empezar este mandato reconociendo a quienes defendieron nuestra tierra y nuestra insignia. Honor para ellos. Respeto eterno para los pibes que quedaron en las islas. Viven en sus compañeros y en todos nosotros.

"Vine en esta nochecita calurosa y húmeda, tan rosarina, a pedirle a todos ustedes que sean parte de este nuevo tiempo, de un compromiso. Por qué no de un pacto. Ahora que todos lo reconocen, más me gusta recordar a mi maestro, el gran Raúl Alfonsín, quién me enseñó muchas cosas, pero creo que las que más me marcaron fueron tres: la honestidad no se debate, el respeto por las ideas del otro y el valor del consenso. Claro que están absolutamente ligadas. Si no estamos dispuestos a entender que el otro puede pensar distinto, es imposible que lleguemos a ningún acuerdo.

"Hoy el mundo está lleno de divisiones. Lamentablemente, la Argentina también. Hacia donde miremos vemos que se fomenta el odio de los unos por los otros. Parece que se imponen ideas viejas o nuevas, pero que se vuelven cada vez más cerradas, más descalificadoras, más autoritarias, más peligrosas.

"Los rosarinos somos bien distintos. Tenemos ideología, rivalidades y hasta broncas pero, por muy enfrentados que estemos, todavía nos queda esa sensación tan linda de que al otro lo conocemos de algún lado, porque nos lo cruzamos alguna vez en la calle, en el club, en el parque, paseando con los chicos. Ese otro que capaz no piensa como nosotros en tantas cosas, es «alguien». Y si es «alguien», entonces ya es importante para uno. Me emociona que me hayan elegido para gobernar una ciudad en que el «otro» es «alguien».

"No hace mucho un amigo me dijo: «No deberíamos andar por las calles con miedo, porque la enorme mayoría de la gente es buena». Parece una tontería, pero la frase me quedó grabada. Me dejó pensando en que uno de los grandes desafíos es que entendamos eso, que percibamos primero la casi segura bondad del otro, para que podamos recomponer algo tan lindo como la vecindad. Recién, cuando recordaba a nuestros héroes de Malvinas y los valores que me inculcó Raúl Alfonsín, dije la palabra respeto. Y eso es a lo primero que vengo hoy a la noche, al pie de este monumento que es insignia y obligación. Vengo a pedirles que nos miremos a los ojos y, en esa mirada franca que tenemos los rosarinos, casi como en una misa laica, nos demos la mano y nos comprometamos a respetarnos. Y a respetar".

Respeto:

"Los convoco a crear una ciudad en la que lo lógico sea que los autos paren en la senda peatonal para dejar que crucen los peatones. Una ciudad en la que lo raro sea obstruir el tráfico y lo normal sea que nadie pare en doble fila sin permiso.

"Una ciudad en la que sea sencillo andar por las calles con un cochecito de bebé o una silla de ruedas. Una ciudad en la que no tirar un solo papel en el suelo sea lo más normal del mundo. Una ciudad en la que separar la basura sea tarea de todos los días. Una ciudad en la que cada uno levante la caca de su perro. Una ciudad en la que las bicis, los taxis, los colectivos y las motos se cuiden los unos a los otros.

"Puede parecer poco o hasta ingenuo. Yo también quiero un mundo mejor, pero a mi me toca construirlo desde acá. Respetar y cuidar al otro vence a la indiferencia. Y la indiferencia lastima e incluso puede matar.

"Los chicos y los abuelos serán nuestros maestros, son ellos los que más saben de esto. Los pibes porque ya están creciendo en un mundo que cambia para mejor. Los abuelos porque nos recuerdan cuando éramos más amigables, cuando tomar mate en la puerta era una costumbre, cuando ver al vecino como ese amigo al que se le podía pedir un favor era posible. A eso hay que volver.

"Sueño con que Rosario sea sinónimo de respeto. Sueño con que cuando un turista vuelva de Rosario a su lugar recuerde para siempre que estuvo en una ciudad en la que las normas se respetan y que lo cuente, para que lo sepan todos.

"Respetarnos es también devolverle el tiempo al vecino, a ustedes. ¿Cuántas horas de sus vidas se nos fueron en trámites o reclamos que, a veces, se vuelven interminables? No quiero que pase más".

Control:

"Para que haya respeto tiene que haber control, control y más control. Las sociedades progresistas que viven en orden lo hacen, primero que nada porque funcionan los mecanismos de sanción social. Si alguien tira un papel en la calle, sabe que los que lo están mirando van a pensar que eso está mal. Así, con situaciones sencillas, de a poco se logra invertir la rueda y el respeto empieza a ganarle a la falta de educación. Es muy importante que cada uno de nosotros seamos agentes de educación ciudadana. Para este gobierno, cada ciudadano que respete y enseñe a respetar será nuestro héroe, y no siempre anónimo. Hay que premiar a los que hacen las cosas bien.

"Vamos a desplegar en las calles a todos nuestros agentes y vamos a hacer que controlen que Rosario sea una ciudad posible de ser vivida. Quiero que si ven un agente de control de la Municipalidad, sepan que está ahí para señalarle al infractor que ya basta, que no se puede hacer cualquier cosa, que firmamos un pacto para respetarnos. Y que si no, si no respeta, será multado. Actuar bien es distinto a actuar mal. Es así de sencillo. Algo más: si alguien piensa que nuestra intención es recaudar, se equivoca: el producto de las multas va a ir directamente al transporte y a los niños.

"Para que todos aprendamos a respetar, el Estado va a controlar como corresponde, con presencia real, en los lugares en los que de verdad hace falta y sin hacer la vista gorda. Nuestros agentes saben desde el primer día que su función es ejercer el control real. Vamos a ejercer el control del territorio para lograr que se respeten las normas.

"Me honra y me alegra que esté hoy entre nosotros el gobernador electo, porque vamos a trabajar con él en muchas cosas, pero una de las más importantes será en la administración de la información y los recursos de las fuerzas provinciales de seguridad. Porque a la violencia originada en la delincuencia hay que oponerle una acción coordinada entre todos los que tenemos algo para aportar.

"No tenemos armas de fuego, señor gobernador, no nos corresponde, pero sí tenemos información, observación, vigilancia e inteligencia social desplegada en el territorio. Cuente con ella, así como esperamos contar con la policía provincial cuidando a todos los rosarinos y combatiendo mafias y economías delictivas. Sé que vamos a hacer un gran trabajo en conjunto, en el tema control y seguridad y en muchos otros. Le deseo en lo personal, y sé que interpreto a mi ciudad, toda la suerte del mundo. Si a usted le va bien, nos va bien a todos".

Cercanía:

"Quiero comprometerme yo, ante todos ustedes, a ser la cabeza de un gobierno que esté cerca de los vecinos de la ciudad. Los Estados que sirven no son ni los chicos ni los grandes, sino los que están presente y cerca. Pienso estar muy poco en el despacho, porque pocas cosas alejan tanto de la realidad como encerrarse en las comodidades.

"Llegué hasta acá porque me preparé, porque tuve convicción y porque caminé la ciudad durante toda mi vida. Es exactamente lo que pienso hacer cada día de mi mandato. Caminar, hablar con los vecinos y vecinas, escuchar mucho, ocuparme de las soluciones grandes pero sobre todo de las más comunes, las que parecen pequeñas desde el palacio pero son enormes para la vida de todos nosotros. Ese árbol que no se poda, esa bajada de cordón rota, ese bache que no se tapa, esa luminaria que no se cambia, ese sumidero que no se mantiene, ¿quién dijo que eso no es importante? Lo es, porque hace a la vida cotidiana".

Infancia:

"Quiero detenerme muy especialmente en un tema que me desvela: la infancia. Hace unos minutos tuvimos el placer de escuchar a los pibes de la Orquesta Municipal de Barrio Ludueña. Esa orquesta, formada con talento y corazón por docentes de Rosario, es un orgullo de esta ciudad. Esos pibes que tocan y tocan con pasión no están hoy acá por casualidad. Pedí que nos acompañen porque quise que en ellos quede simbolizado el compromiso más absoluto, mío y de todo mi equipo por la infancia. Serán nuestra prioridad. Hay que darles más y más oportunidades, pero sobre todo vamos a cuidarlos, a darles cariño y cuidado.

"Dije muchas veces y lo repito hoy: quiero que además de la comida, la vestimenta y la educación, le garanticemos a cada niño de esta ciudad el amor. Yo lo simbolizo en contar un cuento. Que todos los niños de Rosario tenga alguien que les cuente un cuento, que les estimule la fantasía y las ganas de crecer".

Gabinete:

"Si me doy vuelta un segundo, hacia un lado y hacia el otro, veo las caras del grupo con el que voy a gobernar la ciudad. Me encanta este equipo, cada día me gusta más. Me propuse conformar un gabinete amplio, en el que el único carnet de afiliación que importara fuera el del amor por la ciudad.

"Fui a buscar personalmente a mujeres y hombres de la actividad pública y privada, los seleccioné con mucha responsabilidad, les planteé el desafío nada fácil que tendrían por delante. Vamos a tener que gobernar una ciudad en la que ya hay hechas y bien un montón de cosas, pero a la que le faltan muchas y, vaya detalle, tendremos muy poca plata. Los comprometí a ser creativos y austeros, a no dejar nunca de pensar en que la plata del Estado es la plata del bolsillo de cada vecina y vecino. También les pedí que sueñen, porque quizás un día la escasez se termine y llegue el tiempo de las realizaciones, y ahí ojalá podamos hacer todas las cosas grandes que pensamos. Las que pensamos nosotros y las que piensen ustedes, que serán consultados a diario en esta nueva etapa de apertura y cercanía.

"En este grupo de gobierno hay gente de todas las ideas políticas. Hay quienes se jugaron a dejar exitosas carreras en lo privado, están quienes ya tienen experiencia en la gestión y lo han hecho con probadas muestras de capacidad, algunos volvieron de otras ciudades y hasta de otros países para hacerse cargo de gobernar Rosario. Me emociona su compromiso y lo agradezco.

"En este equipo hay gente muy joven, con toda la fuerza que les de la vida por vivir, y hay gente grande (qué linda es la palabra grande, qué lindo es que seamos grandes en todo sentido), hay gente grande, decía, que aporta la experiencia de haber pasado por muchas tormentas y haber salido. No sin esfuerzo, pero haber salido. En este equipo hay más mujeres que hombres, este es el primer gabinete de la ciudad que respeta la igualdad de género. Cuando alguien me pregunta por qué, le contesto que porque estamos en el siglo XXI. No hace falta explicar mucho más. Igualdad, igualdad y más igualdad".

Rosarinidad:

"Hemos resuelto volver a usar el escudo de la ciudad como una sencilla y austera firma de nuestro gobierno. Aquel escudo propuesto por el concejal Eudoro Carrasco en 1862, es una bella síntesis de lo que soñaron los que construyeron esta ciudad. Tiene el río, ese que hoy miramos con orgullo porque es fuerte y es nuestro, el que lleva y trae economía y futuro por toda la región y el país, el que nos da la fuerza de los amaneceres y la paz de los atardeceres, el que miramos cuando estamos tristes para recobrar ánimos, el río de los juegos, el río de la chicos, el río del amor. Somos el río.

"Tiene el campo, fuente fundamental de recursos, símbolo de fertilidad y de competencia mundial, del esfuerzo de cientos de miles de inmigrantes que lo labraron para hacerlo lo que es hoy. Cuántas historias de vida hay detrás de cada vaina de cereal dibujada en ese escudo, cuántas enseñanzas para hoy y para el futuro.

"Tiene la batería de los cañones, los que se encendieron cuando hizo falta defender la libertad, esos cañones que son un recuerdo de que fuimos valientes ayer y una seña de que lo seremos siempre, porque somos rosarinos.

"Está el brazo de Don Juan Manuel del Corazón de Jesús Belgrano, enarbolando la bandera que mostró aquí en Rosario, contra la voluntad de Buenos Aires. Lo bien que hizo en revelarse, porque con su gesto nos dio la insignia que nos representa ante el mundo.

"El año que viene se cumplen 200 años de su muerte. Hace ya un tiempo que la ciudad perdió la celebración del 20 de junio. En 2020, vamos a hacer la fiesta que el bicentenario de la memoria de Belgrano se merece. Será austera, pero va estar llena de pasión y de emoción. Desde hoy los convoco a todos a que pensemos juntos cómo unirnos en ese festejo. Quiero que pintemos la ciudad de celeste y blanco, porque Rosario es la bandera, la que juramos cuando somos chicos, de la que por ahí nos olvidamos a veces, pero que cuando se enarbola nos emociona. Todos somos un pedacito de bandera. Como dice la canción, «todavía no había crecido y estabas prendida a mi solapa blanca como un papelito». Vamos a ponerla, una vez más, bien arriba".

Unir:

"Recién dije unir. ¿Estamos preparados para unirnos? Sí, no tengo ninguna duda. Esta reunión es una muestra de eso. Es tiempo de decirle basta a las divisiones. Podemos pensar distinto, no sólo podemos, es un gran valor que pensemos distinto. Pero lo que no podemos ni debemos es perder la fuerza del otro, porque la fuerza de nosotros, todos juntos, es la que nos va a sacar del pozo. Me encanta que tengamos ideas diferentes, creencias distintas, colores diversos. Eso es Rosario, una ciudad múltiple, hecha con un poco de cada uno de nuestros antepasados. Respetemos y defendamos la diferencia que nos enriquece. Y después de eso, démonos las manos y unámonos. Son tiempos difíciles, de vientos cruzados y río embravecido. En esos momentos es cuando más juntos tenemos que estar. Yo vengo hoy acá a comprometerme frente a ustedes a ser un Intendente que trabajará todos los días por la unión de la ciudad.

"Soy un hijo orgulloso de la educación pública, desde la primaria hasta la universidad. Confío en que este nuevo tiempo vamos a tener una articulación total con la UNR. Lo miro al rector, miro a los decanos y decanas, a muchos profesores de los que tengo el orgullo de ser colega y les digo: los necesito, la ciudad los necesita.

"En las aulas, institutos y laboratorios de nuestras universidades está mucho del talento, la investigación y la innovación que va a ser de esta ciudad una ciudad moderna, grande y humana a la vez. No quiero que firmemos un convenio de esos que se hacen para sacarse una foto y después se archivan en papeles que el tiempo amarillea. Quiero que hagamos cosas en serio. Algunas de ellas ya las estuvimos pensando y las vamos a anunciar en breve, porque son realmente urgente. Les repito. Los necesitamos, contamos con ustedes".

En el cierre de su discurso, Javkin ensayó un profundo análisis sobre la ciudad y sus características distintivas:

"Soy nieto de Marcos y Emma, de Salomón y Cecilia. Soy hijo de Mirta, de Eduardo y de las calles de Rosario. Calles por las que caminaron y caminan poetas, músicos, humoristas, artistas soñadores. Esta es la Rosario de los médicos que son orgullo nacional, de los maestros de maestros. Acá la gente ofrece su corazón sin preguntar por qué. Acá nos comemos las eses y juntamos palabras, pero caramba si escribimos bien. Lo veo a Rafa. Pienso en Aldo Oliva, en Rubén Sevlever, en Alma Maritano, y claro que también en el Negro Fontanarrosa. Y en Patricio Pron o Beatriz Vignoli.

"Si miramos bien, vamos a ver que en una esquina hay un montón de muchachos tirándose en palomita y en la otra, una hinchada entera que aplaude a un Loco. Y acá crecieron Don Ángel Zof y el Tata. Miren allá en el río, pasa remando Demidi, y un poco más atrás anda Cecilia Carranza, aprendiendo a domar olas de oro. Acá todos sabemos que el Trinche es leyenda y que, en el sur, tiran paredes Ángel y Lionel, dos nenes con alma de grulla. Que no se nos pase desapercibido en la enumeración. En esta ciudad nació el mejor jugador de fútbol del mundo, y es más rosarino que un carlito.

"Pero además acá hubo siempre gente que pensó en grande.

"Pensó en grande María Catalina Echevarría de Vidal, cuando unió los retazos celeste y blanco de la bandera que se izó por primera vez acá, a unos metros, un 27 de febrero de 1812. Belgrano pensó en grande. Nicasio Oroño pensó en grande para integrar y crecer. Lamas pensó en grande con el Parque Independencia. Culaciatti con el Castagnino, la Maternidad Martin, la bajada Puccio. Carballo con la planificación urbana y el observatorio. No fue intendente, pero pensó en grande Gualberto Venesia con el puente que nos une con Victoria. Y pensó en grande Binner con el Heca y los centros de distrito. Tenemos que conocer más nuestra historia, el mapa hacia el futuro lleva la huella de las y los que la soñaron, la pensaron y la hicieron. Pongámonos orgullosos, lo merecemos.

"Digo orgullo. Me lleva a pensar que desde hace años firmó todos mi textos con un Arriba Rosario. Por eso es que hoy quise empezar mi gestión con ese mensaje. Vamos, estemos orgullosos, vamos arriba. Arriba las madres y los padres, arriba los pibes, arriba los grandes. Arriba el centro y los barrios. Arriba el río, arriba los parques. Arriba ser amigos, arriba ser honestos, arriba respetar. Arriba amarnos con pasión, arriba jugar, arriba aprender, arriba laburar y laburar. Arriba las guitarras, los lápices, el arte. Arriba el campo, arriba la industria, arriba los comercios, arriba pelearla. Arriba pensar distinto y ponernos de acuerdo. Arriba los que nos cuidan, arriba cuidarnos. Arriba las mujeres, arriba la igualdad, arriba el orden, arriba la ley. Arriba la libertad.

"Vengo aquí, ante ustedes, a asumir un cargo que busqué. A mí no me agobia tener que solucionar problemas, al contrario, me apasiona. Vivo hace muchos años en el mismo lugar, de la misma manera, con los mismos valores. No me siento un héroe por eso. Es lo que hay que hacer y nada más. Como escribió Pessoa, “nada tuyo exageres o excluyas”. O como dice el poema de Sevlever: “Sólo me deslumbra lo que sin ruido madura y resplandece”. La política honesta y sencilla, otro de los sellos de Rosario. Vengo a continuarlo.

"Quise ser intendente de esta ciudad porque la amo y la sufro. Quise ser intendente porque quiero que todos vivamos cada día un poco mejor. Quise encabezar un tiempo nuevo porque es el tiempo de nuestra generación. Ya vendrán otras y lo harán mejor, ojalá les dejemos la vara bien alta.

"Quise ser intendente por Cami y por Seba, porque son mis hijos y a través de sus ojos inquietos veo el futuro que quiero que sea amable y en paz.

"Ustedes me pusieron aquí, ustedes me dieron esta responsabilidad. Entonces, hoy, ante este monumento y ante ustedes, juro cumplirla. Y si así no lo hiciere, que el pueblo de la ciudad me lo demande".