El presidente Mauricio Macri recibió éste lunes a solas a su sucesor, Alberto Fernández, en la Casa Rosada. Hubo sonrisas para las cámaras, la propuesta del peronista para diseñar un equipo para trabajar en el período de transición, la confianza del actual mandatario de que el endurecimiento del cepo permitirá mantener las reservas del Banco Central, y un acuerdo para mantener una "línea directa" y para no hablar del pasado.

Alberto Fernández llegó a las 10.30 a la Casa Rosada, acompañado por su jefe de prensa, Juan Pablo Biondi.

Repitiendo la "V" de la victoria, el mandatario electo saludó a su paso a los periodistas, al personal de ceremonial que aguardaba su llegada y al secretario general de Presidencia, Fernando de Andreis, mano derecha de Macri, que lo acompañó hasta el despacho presidencial. También saludó a mozos y otros empleados de Balcarce 50 a los que conoció como jefe de Gabinete. Con el histórico fotógrafo de Presidencia, Víctor Bugge, bromeó: "Ya estás en el inventario de la Casa Rosada".

En el primer piso lo esperaba Macri, en el despacho presidencial, para sentarse a hablar a solas por primera vez, ya que nunca antes lo habían hecho. Si bien Macri le había ofrecido un encuentro del que participaran algunos asesores, Fernández le pidió una charla "franca y a solas", a lo que el primer mandatario finalmente accedió. Se dieron la mano, posaron para las fotos y se encerraron durante una hora para empezar a coordinar el traspaso de mando.

Alberto Fernández le propuso una lista de colaboradores para trabajar en el período de transición, encabezado por su jefe de campaña, Santiago Cafiero, e integrado por el exsecretario de Finanzas de la Nación Guillermo Nielsen y los economistas Matías Kulfas y Cecilia Todesca, entre otros. El presidente le ofreció una oficina para su equipo y toda la información que necesite de cada área de gobierno.

Acordaron una "línea directa" para tener una comunicación más fluida mientras trabajen los equipos técnicos. Si bien el mandatario electo no le hizo pedido alguno, le manifestó su preocupación por las reservas del Banco Central, mientras Macri le expresaba su confianza en que el endurecimiento del cepo evitaría una gran pérdida.

Además, Alberto le pidió dejar "de hablar del pasado", por lo que no hubo reproches.

Fernández se retiró a las 11.30. De ambos lados coincidieron que fue un encuentro "positivo" y "cordial". El fotógrafo Bugge dijo que no imaginó que sería un encuentro tan ameno.

"Lo vi tranquilo, consciente de la situación y bien predispuesto", dijo más tarde Alberto, y calificó el encuentro como "alentador". Macri tuiteó: "Mi equipo y yo estamos a disposición para trabajar juntos y lograr una transición democrática que beneficie a todos los argentinos".