Un trabajo de la consultora Zorraquín + Meneses analizó el estado actual del sector agropecuario. En lo que respecta a la cadena de pagos, se resalta que existen varios factores que derivan en un “deterioro” de la misma.

En un contexto climático muy complicado y con precios internacionales volátiles para los granos y la soja por los interrogantes que hay en torno al clima en los Estados Unidos, así como un potencial aumento de las retenciones luego de las elecciones, la situación económica del país es la principal preocupación de productores y empresarios.

El informe de la consultora sostiene que la macroeconomía “muestra signos de deterioro evidentes, donde la política volverá a ocupar un lugar relevante. Pero a no confundirse: las decisiones en las empresas agropecuarias no se detienen, la biología y la necesidad de sostener competitividad no lo permiten. Para eso será necesario mucha inteligencia, garra, entusiasmo y serenidad para enfrentar lo que viene, gane quien gane las elecciones”.

Además, desde la consultora agregaron: “La foto de la economía es muy mala, donde sólo se salva el superávit de la balanza comercial que terminaría el año en el orden de los 15.000 millones de dólares, aunque fundamentalmente por la caída de las importaciones. Es innegable que el deterioro se agudizó luego de que la fórmula Fernández-Fernández se impusiera en las PASO, pero también es clara la fragilidad de la economía que venía manejando el gobierno actual. El que venga tendrá poco margen para volver a equivocarse”.

Cadena de pagos

En este contexto, el informe asegura que la cadena de pagos en el sector agropecuario “comienza a sensibilizarse”, ya que hay atrasos en la devolución del IVA por parte del Estado, los bancos anulan algunas líneas crediticias, también son reticentes a renovar créditos (sobre todo en dólares) y en general con tasas exorbitantes. “A todo esto se le suma la caída de actores comerciales y a las expectativas económicas que generan las elecciones, lo que deriva en una combinación que deteriora la cadena de pagos”, explicaron los consultores que elaboraron el relevamiento.

Por último, y ante esta situación de crisis y llena de incertidumbre, “será complejo llegar a la fina, requerirá de mucho trabajo e inteligencia, y quizá el entendimiento entre los distintos actores involucrados en el negocio. Lo mencionado generará gran presión de venta a cosecha, fenómeno que habitualmente se traduce en una quita de precios sobre el disponible, retraso en los cupos y prioridad de descarga para el negocio nuevo sobre el forward realizado”.