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15:53:13 29/09/2019

La salud municipal sumó 31 mil pacientes entre enero y agosto

El sistema de salud público de la Municipalidad recibió sólo entre enero y agosto de este año 31 mil nuevos pacientes, que se suman a los 40 mil que ya se habían incorporado a la red de los 50 centros de salud a lo largo de 2018. “Cuando hablamos de mayor demanda, hablamos de más gente que llega en peores condiciones”, señala el director de la red de atención primaria que funciona en el territorio, Fernando Vignoni, y agrega que en el 80 por ciento de los nuevos pacientes son personas que perdieron su trabajo, y con ello su cobertura médica. El incremento se refleja además en las consultas que pasaron de 880 mil en los primeros ocho meses de 2017 a superar el millón en el mismo período de este año, pero más allá de los números significa un aumento de la demanda de medicamentos para pacientes crónicos, cuadros de malnutrición, conflictividad familiar y más de 6.800 personas atendidas por cuadros socio-subjetivos, que van desde los llamados consumos problemáticos hasta patologías de salud mental.

Este año, el proceso se profundizó y los registros oficiales que van de enero a agosto mostraron la incorporación a los servicios de 31.398 personas, contenidas en 5.385 historias clínicas familiares. Sólo en un 12 por ciento de los casos se atienden en la red pública y mantienen su obra social, mientras que el 80 por ciento restante recaló en los centros de salud luego de haber perdido su fuente laboral y la obra social. La presión sobre los servicios de salud de la ciudad lleva ya dos años. El engrosamiento de las historias clínicas familiares en los barrios ya se viene dando desde 2017 y los registros llevados adelante por la Municipalidad mostraron que en el período que va de octubre de ese año a septiembre de 2018 se habían sumado 40 mil nuevos pacientes en atención primaria.   

Esas incorporaciones a lo largo del tiempo vienen impactando directamente en el promedio de consultas. Tomando el mismo período de los primeros ocho meses del año, en 2017 se habían atendido 880 mil consultas de todas las disciplinas, una cifra que se elevó a 945 mil en 2018 y que este año, al 31 de agosto, superó el millón.   

El oeste y el sudoeste de la ciudad, son los sectores donde mayoritariamente se concentra esta suba de la demanda y si bien el abordaje que se lleva adelante es a través de los grupos familiares, son los controles de los chicos y las consultas de salud sexual y reproductiva de las mujeres las que acercan en una primera instancia a las familias a la red de salud.   

Supervivencia

Que las familias en los barrios de la ciudad demanden más a la red de atención primaria no sólo significa atención médica, ya que muchas veces se transforma en la elaboración de “estrategias para la supervivencia”, recalcan desde la Secretaría de Salud Pública.

Vignoni, responsable de la red que ponen en marcha 976 profesionales de todas las disciplinas y administrativos, indicó que “decir que los pacientes llegan en peores condiciones, significa peor estado nutricional, con estados subjetivos atravesados por la crisis y aumento de la conflictividad familiar”, todo eso atendido por una trama social en los barrios de centros de salud, comedores, escuelas y organizaciones que también “funciona al límite atravesada por la crisis”.   

“Al que recién llega y perdió el trabajo hay guiarlo en la red de soporte público, y los que ya estaban están peor —continuó el director—. Gente que le cuesta conseguir para comer, a la que debe dedicar mucho tiempo a la subsistencia, y con los que hay que armar estrategias de atención más complejas sumando otras    organizaciones”.

Si bien aclaró que “no hay mayor cantidad de personas desnutridas”, sí recalcó Vignoni que hay “malnutrición general y un cambio del perfil nutricional, donde se da mayor ingestas de harinas, se saltean comidas, se priorizan las comidas de los chicos por sobre la de los adultos y hay que requerir a la asistencia de varios comedores para cubrir el alimento de la semana”.   

Crónicos y salud mental

El incremento de la demanda de los medicamentos es otro de los impactos que se viene sosteniendo en el tiempo, sobre todo en enfermedades crónicas como diabéticos, hipertensos y pacientes con insuficiencias cardíacas.

Paralelamente, son más de 6.300 las personas con cuadros socio subjetivos, que van desde el consumo problemático de sustancias hasta patologías de salud mental que requieren un seguimiento.   

“Es un número importante y que se viene acrecentando”, indicó Vignoni, y señaló que “es caso la misma población de pacientes diabéticos que es la primera patología crónica”.   

La atención se lleva adelante no sólo a través del servicio médico, sino además a través de los más de 25 mil dispositivos sustitutivos de salud mental de los centros de salud, que son espacios terapéuticos alternativos, muchos de ellos grupales y diferentes a los de la atención en consultorio.   

Espacios de cobertura en pleno territorio

“No es lo mismo tener una ciudad con infraestructura pública que no tenerla”. El secretario de Salud de la Municipalidad, Leonardo Caruana, puntualizó la “diferencia” que marca la existencia “de un sistema de salud cercano, accesible y basado en derechos” e historizó el proceso de la ciudad indicando que “esa fuerte presencia territorial es la impronta fundacional que (el ex intendente) Hermes Binner” dio al sistema. Para el funcionario, esa marca posibilita responder al incremento de la demanda, y agregó: “Se piensa lo público para personas con criticidad extrema y un bolsón de prestaciones para pobres, cuando lo que vemos hoy es que también para la clase media, cuando pierde la obra socia, no es lo mismo tener lo público que no tenerlo”.

Para Caruana, esa “es la fortaleza de la ciudad”, pero también la gran diferencia “con la Nación, que no hace más que recortar en derechos para ajustar variables fiscales; caminos antagónicos”.   

Sin desconocer el impacto que el incremento de la demanda genera al sistema, fundamentalmente teniendo en cuenta que por afuera de los recursos humanos es la compra d   e medicamentos e insumos —los más impactados por la inflación y el precio del dólar— la que se lleva el 65 por ciento del presupuesto de la Secretaría, el responsable del área recalcó que “la diferencia que se marca desde el municipio es la de pensar la salud como un derecho, y ante la crisis actual lo que se busca es garantizar el cuidado de la población y no corrernos de esa responsabilidad”.

Y en ese punto subrayó tanto la decisión de la actual intendenta Mónica Fein que “desde el primer decreto de racionalización de recursos dejó entre paréntesis la salud y la asistencia alimentaria”, como la del intendente electo Pablo Javkin, quien en las últimas horas ratificó “su posicionamiento de que, ante la crisis, la urgencia es sostener la salud y lo que tenemos”.