La crisis actual provocó daños severos en varios sectores de la industria y uno de los rubros más afectados fue el de los panaderos. Según números de la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (Faipa), en el último año cerraron más de 1300 panaderías en todo el país y por eso acordaron una serie de medidas que implementarán de inmediato para poder zafar en los próximos meses, con la esperanza de encontrar una mejoría en un posible cambio de gobierno.

El presidente de la Asociación Industriales Panaderos y Afines de Rosario, Gerardo Di Cosco, contó que luego de una reunión con otros referentes del sector celebrada en Buenos Aires acordaron que el sector no pagará más impuestos. Así lo dijo: "No vamos a pagar más los impuestos y vamos a priorizar el esfuerzo de mantener las fuentes de trabajo y las panaderías abiertas". Además, los panaderos coincidieron en reclamar un subsidio del 50% en las tarifas de los servicios de electricidad, gas y agua para poder tener rentabilidad.

Actualmente, los panaderos soportan otro duro cachetazo luego de la devaluación posterior a las Paso. Di Cosco contó que horas después de las elecciones los insumos aumentaron entre un 30 y un 35% (la bolsa de harina cuesta ahora unos 1200 pesos), y que frente a ese hecho decidieron retocar solamente el precio del kilo de pan. "No podemos jugar con el hambre de la gente", sentenció. 

Además, la Faipa comunicó que apoya el proyecto para la Ley de Emergencia Económica que contiene las necesidades del sector y que debería ser tratado en el Congreso de la Nación. 

"Perdimos la noción del desastre que van a dejar estos señores que nos gobiernan (...) Estamos con esperanzas de que esto termine pronto", remató Di Cosco.