El fiscal Donato Trotta ratificó su pedido de prisión perpetua para los cuatro principales acusados de la desaparición y muerte de Paula Perassi, ocurrida en 2011 en San Lorenzo, tras practicarse un aborto, y condenas de entre 6 y 16 años para los cinco policías involucrados en el encubrimiento.

Los principales imputados en el juicio son Gabriel Strumia, amante de Paula Perassi, su esposa Roxana Michl, su empleado Antonio Díaz y la partera Mirta Rusñisky. También fueron acusados tres efectivos policiales; Gabriel Godoy, Aldo Gómez y María Galtell, y dos altos jefes de la fuerza: Jorge Krenz y el exjefe de la Agrupación Cuerpos, Adolfo Daniel Puyol.

Los delitos que se les atribuye son, según corresponde a cada imputado, privación ilegítima de la libertad agravada, aborto sin consentimiento seguido de muerte, falsedad ideológica de instrumento público y encubrimiento agravado.

"Paula no sé suicidó, se la sacaron de encima por quedar embarazada y no querer abortar". Esa frase fue la que utilizó Trotta en el tramo final de su alegato del juicio oral y público por la desaparición de la joven sanlorencina en septiembre de 2011 y que se ventila en el Centro de Justicia Penal ante el tribunal que componen los jueces Alvaro Campos, Griselda Strologo y Mariel Minetti.

El fiscal dio su alegato ante el tribunal por espacio de dos horas. Allí, reiteró la hipótesis de apertura del juicio: que la desaparición y muerte de Paula se consolidó por un "plan criminal exitoso" que contó con la colaboración de los policías acusados para lograr "impunidad".

"Hemos destruido con las pruebas que se han producido el estado de inocencia de los imputados", recalcó Trotta, quien dividió su exposición en cuatro momentos: la relación entre Gabriel Strumia y Paula y cómo influyó eso en el hecho; el embarazo de la víctima; lo ocurrido el día de su desaparición; y de los proveedores de la impunidad.

Para respaldar su pedido de condena, Trotta consideró demostrado que existió una relación amorosa entre Paula y Gabriel Strumia, y para ello citó los mensajes intercambiados entre Paula y un amigo. Además de un chat en el que quedó evidenciado que la esposa de Strumia, Roxana Michl, se enteró de que su esposo mantenía una relación con la joven y que ésta estaba embarazada.

Asimismo, consideró comprobado que el embarazo no deseado de la víctima generó un conflicto que llevó al desenlace final. Este jueves y el viernes se realizarán las dos últimas sesiones de alegatos.