La Justicia absolvió por el beneficio de la duda a la agente policial que había sido condenada a un año y cuatro meses de prisión condicional por haber ocultado pruebas en la investigación de un accidente en el que perdieron la vida los jóvenes Emiliano Cáceres y Facundo Aguirre.

Los jóvenes fallecidos se desplazaban en un Fiat Uno conducido por el hijo de la mujer que provenía desde Funes y chocó contra un camión en avenida Pellegrini y Perú.

En el mismo auto iban otros dos chicos que sobrevivieron y que al declarar como testigos dijeron que Gómez iba borracho y que desoyó sus pedidos para que redujera la velocidad cuando bajaba a 160 kilómetros por hora el puente que desemboca en Provincias Unidas.

El fiscal de la Unidad Fiscal de Investigación y Juicio Anibal Vescovo llevó a juicio a Gómez por el delito de abuso de autoridad, omisión de actos de oficios y violación de medios de prueba en carácter de autor y en concurso real entre ellos, imputándole el hecho ocurrido el 22 de febrero de 2014.

Gómez era personal policial cuando fue acusada de haber violado las restricciones que hacen al límite perimetral de no acceder a la zona del siniestro sin la debida autorización, estando dentro de ese área restringida, haberse apoderado del automóvil siniestrado, dos botellas de cerveza que se encontraban en el interior del mismo y la mochila que era propiedad de Emiliano Cáceres.

De esta manera, fue sindicada de haber impedido que esos elementos sean material de prueba de la investigación.

El 7 de septiembre de 2018 la justicia condenó a Gómez por el delito de violación de medios de prueba en carácter de autor a la pena de un año y cuatro meses de prisión de cumplimiento condicional, y a fijar residencia y someterse a control de la dirección de control y asistencia pos penitenciaria, abstenerse de consumir estupefacientes o abusar de bebidas alcohólicas, y realizar trabajos comunitarios.