Los trabajadores bancarios realizaron este lunes asambleas sorpresivas en distintas sucursales de todo el país rechazando el 15% en tres cuotas ofrecido por las patronales. En Rosario, se concentraron en sucursales del Macro, Municipal, ICBC, Coinag, Patagonia, Francés y Columbia. Las asambleas sorpresivas continuarán hasta el miércoles, día en al que habrá una nueva reunión en el Ministerio de Trabajo de la Nación y, de no haber acuerdo, se definirá la fecha de un paro.

La última oferta de los bancos es de un 15% en tres cuotas: 7% retroactivo a enero, 4% a partir de julio y 4% a partir de octubre. Esta oferta fue realizada luego de que La Bancaria rechazara un 9% inicial.

El secretario de Cultura del sindicato a nivel nacional y ex secretario general de la seccional Rosario, Matías Layús, manifestó que La Bancaria no aceptará un aumento en cuotas. “Estábamos consiguiendo aumentos en un solo tramo y de manera anual”, expresó el dirigente gremial.

Layús cuestionó el accionar del Ministerio de Trabajo, a cargo de Jorge Triaca. “Hay una arbitrariedad a favor de las patronales”, se quejó, teniendo en cuenta de que la cartera laboral aprobó un aumento del 7% sin cerrar la paritaria.

“Hay una falta de respeto a la institución de la paritaria, la transformaron en una reunión para tomar café. Si dejamos pasar esta situación, no sólo vamos a perder poder adquisitivo, sino los derechos que conseguimos en anteriores paritarias”, dijo Layús.

Un trabajador bancario gana actualmente 25.000 pesos de básico. A esto hay que sumarle el 10% de participación en las ganancias del sistema financiero, antigüedad y el bono por el día del bancario, otro ítem que sufrió recortes. “El año pasado acordamos por el día del bancario 2.500 pesos por año trabajado. Ahora ofrecen 13.000 pesos fijos para cada uno. Esto es un recorte del 50%”, explicó Layús.

Gatillo a medias

En la paritaria del año pasado, La Bancaria y las entidades financieras acordaron un aumento del 24,3% con cláusula gatillo. La falta de acuerdo hace que este convenio siga vigente, por lo que corresponde aplicar la cláusula en los meses de enero y febrero de 2018, cosa que no se hizo.

“Sólo aplicaron hasta diciembre del año pasado. Si la aplican, el aumento sería superior a ese 7% que pagan ahora”, manifestó Layús.

Por otra parte, dijo que este año los bancos proponen una cláusula de revisión que es distinta al gatillo, en la que el aumento se realiza automáticamente según la inflación del Indec. “Como la palabra lo indica, se revisarían los números y no sería automático como la cláusula gatillo. Tendríamos que volver a sentarnos y discutir con esta gente con este ministerio como árbitro es muy complicado”, cerró el dirigente del gremio que lidera Sergio Palazzo.