El abogado de la querella en la causa por la muerte de Franco Casco, Salvador Vera, aseguró que dada la gravedad de la imputación que tienen los jefes policiales detenidos, como es desaparición forzada de persona agravada por la muerte, deberían quedar en "prisión preventiva".

Vera dijo que debería ser así "por dos razones, primero, por la gravedad del hecho y la pena de expectativa que da cuenta de un gran peligro de fuga y por otro lado porque está probado en la causa el entorpecimiento a la actuación judicial hecho por los propios agentes".

En ese sentido, Vera recordó que "los propios agentes intentaron hacer desaparecer todos los datos de la detención y del paso de Casco de manera clandestina por la seccional 7ª y todo lo que padeció dentro del calabozo transitorio, donde concretaron su muerte".

Asimismo, el letrado explicó que "el delito de desaparición forzada de persona agravado como en este caso por la muerte es un delito considerado gravísimo y que la imputación de esta conducta delictiva debería venir acompañada por la prisión preventiva".

"Tanto las dos querellas como la Fiscalía Federal hemos pedido las indagatorias de altos funcionarios de Asuntos Internos que debieron investigar", enfatizó Vera, y añadió: "Lo que se debió hacer es pedir la intervención de una fuerza distinta a la investigada".

"Eso no sucedió, intervino Asuntos Internos y desvió la investigación hacia pistas falsas continuamente a los fines de ocultar lo que había padecido Franco Casco", destacó el abogado.

Finalmente, Vera aseguró que en la muerte de Casco hay responsabilidades de los comisarios y subcomisarios de la seccional 7ª, los altos mandos de Asuntos Internos que intervinieron, la médica de policía y una serie de agentes, varios de los que tienen antecedentes en causas por violencia institucional.