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Subsidios al transporte: ¿federalismo o centralismo?
Su inesperada ausencia como jueza de turno para abrir la investigación del asesinato mafioso del empresario Luis Medina, el domingo pasado, parece haber sido la gota que rebasó el vaso; sólo que a María Luisa Pérez Vara le llega sobre el final de su carrera y en vísperas de la jubilación. La Procuración General de la Provincia prepara un pedido de investigación contra la titular del juzgado de instrucción 5 de Rosario, instancia que si prospera en la Corte Suprema podría llegar a juicio político. Eso, si ella no se retira antes. El faltazo de Su Señoría en la escena del último crimen caliente del 2013, sin embargo, no sorprendió tanto a quienes conocen la cotidianidad de Tribunales y a sus actores. "Hasta el domingo 29 ella estaba en turno y no se presentó: fue algo realmente grave que merece examinarse", dijo el procurador general Jorge Barraguirre.
Cuando el cadáver acribillado de Medina todavía estaba dentro del Citroën DS3, y su novia Justina Castelli moría a unos metros, sobre el acceso sur, la policía empezó a llamar al teléfono celular del Poder Judicial que va rotando en manos de cada juez en turno. Quien debía atender, Pérez Vara, jamás lo hizo. Así fue que el caso pasó al juzgado subrogante, a cargo de Raquel Cosgaya, y luego a la jueza de feria, Alejandra Rodenas. Y en el medio, el periplo de la notebook de la víctima, entregada a un técnico del Ejecutivo para que la desbloquee y retornada a resguardo judicial con polémica política mediante. Alguien llamó luego en nombre de la ausente para alegar que la magistrada había tenido un problema de salud que le impidió presentarse a cumplir con su deber. Ni eso ni el afán de su secretario por suplir a su superior alcanzó alcanzó para calmar el fastidio que ganó en la Cámara de Apelación en lo Penal, sobre todo cuando en la semana recibieron la caja del teléfono de turno y el cargador correspondiente, pero sin el aparato. Y hasta ayer el celular no había aparecido, lo que hizo necesario comprar uno nuevo. Tampoco apareció la jueza a dar explicaciones. De todo esto, la Cámara Penal elevó un informe el lunes 30 de diciembre a la Corte, cuyos miembros se reunirán luego del receso de verano a definir qué hacer con Pérez Vara, quien por otra parte ya había presentado su "pedido de cese", paso necesario para acogerse a la jubilación.
El procurador general de la provincia, Jorge Barraguirre, promoverá la apertura de una investigación sobre la conducta de Pérez Vara una vez que concluya la feria judicial de enero. En estos días de receso es la camarista santafesina Liliana Lauxmann quien cubre la titularidad de la Procuración, por eso Barraguirre quiere intervenir cuando reasuma. "Al término de la feria impulsaré una investigación de oficio, según las facultades de la Procuración, total las pruebas necesarias no se borran: las actuaciones del caso están, constan las intervenciones que debieron hacer la doctora Cosgaya y la doctora Rodenas, los llamados realizados al teléfono móvil del turno de instrucción", dijo el procurador ante una consulta de Rosario/12. El jefe del Ministerio Público provincial consideró que hay materia suficiente para revisar el desempeño de la jueza en este caso. "Hasta el domingo 29 ella estaba en turno y no se presentó. Fue algo realmente grave que merece examinarse", agregó.
No es la primera vez que la titular del juzgado de instrucción penal n 5 queda en el centro de un reproche dentro del propio foro judicial, incluso con sumarios y sanciones disciplinarias de la Corte Suprema. En 2010, el entonces procurador Agustín Bassó emitió un dictamen con el que solicitó el apartamiento de Pérez Vara de la investigación de los crímenes de barrio Parque, por el que el mes pasado fue condenado el verdulero Martín Santoro. El pedido fracasó y la jueza concluyó con esa instrucción, muy criticada por el propio vecindario que aún insiste con que se perdieron pruebas para enjuiciar a otros involucrados, algunos de los cuales ni siquiera fueron investigados, como por ejemplo un policía. El dictamen de Bassó se fundó en el pedido de recusación que habían planteado los abogados de dos implicados en el inicio de la pesquisa.
"Si la hubieran apartado en su momento, no se habrían perdido pruebas y hoy Santoro no sería el único condenado por esa serie de asesinatos, que por otra parte fueron más que los tres casos investigados", observó el abogado Adrián Ruiz, uno de los autores de la recusación.
Pérez Vara procesó en marzo del año pasado a Luis "Pollo" Bassi y a Diego "Panadero" Ochoa como presuntos autores de atacar a balazos a un patovica de un bar de Balcarce al 200. Dos meses más tarde, revocó el procesamiento que había dictado y los benefició por falta de mérito. La causa quedó a la deriva. Esto también sumó a determinar la mirada de las autoridades judiciales sobre el desempeño de la jueza.
No fue la única causa que le tocó investigar a Pérez Vara y en la que Bassi apareciera involucrado de alguna manera. En abril murieron tres detenidos en la Alcaidía de Jefatura por un incendio intencional. Uno de ellos era Miguel Angel Saboldi. Su viuda, Norma Acosta, le dijo a la jueza y a quien quiso oírla que Bassi ordenó ese asesinato. No obstante, este hombre hoy está ajeno al expediente del incendio fatal. Bassi sí es investigado, pero por otros jueces, por los homicidios de Claudio "Pájaro" Cantero, de Juan Pablo Colasso y de Martín "Fantasma" Paz. Luego de cuatro meses prófugo, Bassi se entregó en setiembre pasado en Tribunales y hoy está detenido.
También fue Pérez Vara quien justo estaba de turno el 12 de octubre, cuando atentaron contra la vivienda familiar del gobernador Antonio Bonfatti. La misma situación se repitió el domingo, cuando ejecutaron a Luis Medina.
En la nada. En el extenso anecdotario que florece en los pasillos de Tribunales y hace foco en el juzgado de instrucción 5, se destaca el fenecimiento sin pena ni gloria de una de una denuncia anónima que el fiscal de Cámaras Guillermo Camporini recibió en marzo de 2012 y derivó a Pérez Vara sobre el enriquecimiento ilícito de una docena de altos jefes policiales a partir de sus pactos con el narcotráfico local, según el texto acusatorio y filmaciones en DVD. Esa denuncia luego de que el sargento de Sustracción de Automotores Carlos Honores muriera tras haber sido baleado, y su camioneta Toyota Hilux incendiada, en Circunvalación y 27 de Febrero. La denuncia contra los encumbrados comisarios quedó en la nada, y el oscuro homicidio de Honores está impune.
Pérez Vara fue quien en noviembre de 2012 dio curso, con notoria celeridad, a una medida cautelar solicitada por el titular del grupo Uno Medios, Daniel Vila. Lo singular fue que la intervención de la jueza rosarina obedeció al pedido de Vila que acudió a ella como presidente del club Independiente Rivadavia de Mendoza y para acceder a documentación interna de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), en el marco de la disputa que tenía el empresario con Julio Grondona por presidir la entidad con sede en Buenos Aires. Los abogados de Grondona que atendieron a Vila con la cautelar firmada por Pérez Vara chasquearon la lengua. "Es un oficio que llegó desde Rosario, de tan sólo doce líneas. La jueza pide una serie de documentos que son de conocimiento público, están en el boletín oficial como el contrato de Fútbol para Todos, cuánto percibe cada club por televisación, y Vila es dirigente y tiene acceso a esa documentación. Por eso no se entiende el pedido del juez", dijo aquella vez Darío Villarroel, vocero de Grondona, quien no ha conocido a la jueza de marras.
Fuente: Rosario 12