La inflación de mayo fue del 1,3 por ciento, impulsada por gastos en vivienda, alimentos y salud, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos.

De esta forma, en los primeros cinco meses la variación de precios trepó al 10,5 por ciento y se ubicó en 24 por ciento en un año.

La suba del 1,3 por ciento se compone de alzas de 1,2 por ciento en bienes y 1,4 por ciento en los servicios. 

En tanto, la inflación núcleo -que excluye los precios estacionales- fue de 1,6 por ciento.

El resultado de mayo exhibió una fuerte desaceleración respecto de abril cuando resabios de la suba de tarifas dispararon los precios un 2,6 por ciento.

Asimismo, se ubica por debajo de las previsiones privadas que apuntaban una variación de entre 1,5 y 1,7 por ciento.

La tendencia amplía el margen de maniobra del Banco Central de la República Argentina (BCRA) que apunta a cumplir con la meta de 17 por ciento impuesta para 2017.

El martes próximo el BCRA deberá tomar una nueva decisión sobre la tasa de política monetaria que hace seis semanas permanece en 26,25 por ciento.

En mayo, la mayor suba de precios se observó en "equipamiento del hogar" con un avance de 3 por ciento, empujado por un incremento de 6,9 por ciento en los gastos de expensas comunes.

En tanto, "vivienda y servicios básicos" mostró un crecimiento de 1,9 por ciento, a partir de un incremento de 2,2 por ciento en alquileres, 2,5 por ciento en servicios públicos y 0,7 por ciento en gastos comunes.

Según el relevamiento del INDEC los alimentos aumentaron en mayo 1,2 por ciento, por alzas de 3,7 por ciento en frutas, 2,2 por ciento en lácteos y huevos y 0,9 por ciento en carnes, mientras que las verduras bajaron 2,2 por ciento.

Por su parte, los costos en educación subieron 1,8 por ciento y los gastos de salud se incrementaron 1,5 por ciento.

En tanto, transporte y comunicaciones subió 0,9 por ciento y esparcimiento 0,7 por ciento.
La menor suba se detectó en indumentaria con un avance de 0,6 por ciento.