El fútbol argentino se parece a una persona tambaleante. Se inclina hacia un lado, en determinado momento da la sensación que se queda finalmente erguido y de pronto se inclina para el otro costado. Cuando parecía que el viernes sería un día de resoluciones en la AFA, en la búsqueda de una luz al final del camino y el comienzo del torneo de primera a partir del 3 de marzo, de pronto surgieron contratiempos. La asamblea de la AFA definió temas cruciales: la reforma del estatuto (sin el aval de la Fifa y la Conmebol), la elección de su presidente (el 29 de marzo), el nacimiento de la Superliga y el final del programa de televisión Fútbol para Todos (FPT). Quedó pendiente la elección de la empresa que se quedará con los derechos televisivos del fútbol.

Cada una de las decisiones adoptadas empujan para el comienzo del torneo de primera el 3 de marzo. Pero la incertidumbre quedó instalada a partir de que Futbolistas Argentinos Agremiados amenazó con no empezar a jugar si no se abonan las deudas que tienen los clubes con los jugadores. Y más condimento le puso la legisladora porteña Graciela Ocaña, al presentar un amparo judicial para que el Estado no pague el dinero por la rescisión del FPT, algo que la mayoría de los clubes esperan casi con desesperación.

La asamblea de la AFA retrasó su comienzo porque la Conmebol, respaldada por la Fifa, pretendía imponer en el nuevo estatuto que sean directivos propios los que integren el Tribunal de Etica, encargado de avalar si un dirigente es idóneo para candidatearse a presidente de la AFA. Los dirigentes de los clubes, representados en una moción de Marcelo Achile, presidente de Defensores de Belgrano, plantaron bandera sobre este artículo del nuevo estatuto de AFA y aseguraron que no dejarán que esos organismos internacionales tengan injerencia en el control de idoneidad sobre los candidatos a la presidencia.

"Debemos mantener la soberanía política de los representantes de los órganos de Argentina si el candidato a presidente tiene la idoneidad que corresponda. No vamos a dejar que Fifa y Conmebol nos pasen por arriba", expresó un enérgico Achile durante la asamblea.

La aprobación en general se produjo con 68 votos afirmativos y cuatro abstenciones, en una asamblea extraordinaria en la que San Lorenzo retiró a su miembro, el vicepresidente segundo Roberto Alvarez, por disidencias políticas.

Achile propuso que sea el Colegio de Abogados de la Capital Federal (cuyo vice segundo es Daniel Angelici, titular de Boca) el que decida sobre la idoneidad del candidato a presidir la AFA. Este es un punto fundamental de cara al futuro institucional del fútbol argentino. Si la Fifa y la Conmebol no aceptan la medida de los dirigentes, la AFA podría ser intimada y rechazado el nuevo estatuto.

La jornada del viernes empezó con la asamblea ordinaria y la definición de la rescisión del FPT. Fueron 68 los votos a favor de romper el vínculo con el Estado, hubo una abstención y un voto negativo.

Por esta rescisión, los clubes recibirán la suma de 390 millones de pesos, 350 millones del Gobierno nacional y los restantes 40 millones brindados por el patrocinador oficial del torneo de Primera División. Este dinero se debe abonar la próxima semana, supuestamente entre miércoles y jueves.

A continuación, con el apoyo de 66 asambleístas, se pospuso por una semana la decisión sobre la empresa que se hará cargo de los derechos audiovisuales.

A su vez, los asambleístas definieron que el próximo 29 de marzo se elija el nuevo presidente que asumirá en reemplazo de Armando Pérez, titular de la Comisión Normalizadora. Establecieron del 4 al 8 de marzo el plazo para presentar las candidaturas. Y del 9 al 19, el examen de candidaturas por parte del Tribunal de Etica. Hoy aparece como el más firme candidato, y hasta ahora el único, Claudio Chiqui Tapia, presidente de Barracas Central.

Finalmente, la asamblea le confirió al nuevo Comité Ejecutivo la potestad de reglamentar la Superliga, el cuerpo dirigencial autónomo en relación a la AFA que será encargado de organizar el campeonato de primera división a partir de la próxima temporada.