Chapecoense fue fundado en 1973 y representa a la ciudad de Chapecó, un polo industrial importante de Brasil en el estado de Santa Catarina, en el sur del país, en el que viven aproximadamente 200.000 habitantes.
Entre las figuras del equipo están Cleber Santana, Thiego y Ananias, quienes provenían de clubes grandes de Brasil donde no tenían mucho lugar. Otros, como Danilo, Kempes y Gil, hicieron carrera por varios clubes del país hasta desembarcar en Chapecó. En el plantel del equipo sólo había un extranjero, el argentino Hernán Martinuccio, que casi no jugaba.
El técnico era Caio Júnior, un hombre con una trayectoria dilatada como entrenador, aunque no ganó ningún título importante en Brasil. Reconocido por sus jugadores como un motivador, logró darle al equipo una identidad asentada en el equilibrio y la eficiencia para aprovechar errores rivales.
Para acceder a la definición de la Copa Sudamericana, Chapecoense dejó en el camino primero a Cuiabá, un equipo pequeño de Brasil. Luego, los "peces gordos" fueron cayendo: primero fue Independiente, de Argentina; después Junior de Barranquilla, de Colombia y, en semifinales, el que quedó en el camino fue San Lorenzo, también argentino.
El presidente del Atlético Nacional, Juan Carlos de la Cuesta, dijo que lo ocurrido llena de luto al fútbol mundial y que su equipo apoyará en todo lo que esté a su alcance al Chapecoense.
Interrogado por reporteros sobre si ya ofreció ayuda a los directivos del club brasileño, dijo entristecido: “No. Todos venían en el avión”.
El club de la ciudad de Chapecó sorprendió en la Sudamericana al dejar en el camino a Cuiabá de Brasil, a Independiente de Argentina, al Atlético Junior de Colombia, y en semifinales, al San Lorenzo de Argentina.
La misión de derrotar a Nacional para ganar su primer título internacional lucía complicada, pues el club colombiano pasa por uno de los mejores momentos de su historia: este año ganó la Copa Libertadores y, en el plano local, la Supercopa y la Copa Colombia.
El miércoles se iba a jugar en Medellín el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana y el juego de vuelta estaba previsto el 7 de diciembre en Curitiba.