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Subsidios al transporte: ¿federalismo o centralismo?
El juez federal Sebastián Casanello le pidió a la Policía Federal que determine si el detenido empresario Lázaro Báez y su hijo Martín, ambos procesados por lavado de dinero, estuvieron en la Quinta presidencial de Olivos durante los últimos tres meses de 2010, cuando la primera mandataria era Cristina Kirchner, también imputada en la causa.
Para esa fecha habrían ido a Olivos junto a Claudio Bustos, contador de Austral Construcciones, a reunirse con Cristina Kirchner, quien le habría retirado al empresario una obra pública ya adjudicada de palabra.
Fuentes judiciales informaron que Casanello le requirió a la División Informaciones de la Policía Federal que determine si todos los celulares a nombre de Lázaro y Martín Báez y de Bustos "se han activado en forma conjunta (geoposicionamiento de las antenas), en los meses de octubre, noviembre y diciembre del año 2010, en las inmediaciones de la Quinta de Olivos".
La medida fue ordenada por el juez el jueves pasado, mismo día que la Sala II de la Cámara Federal le encomendó investigar a Cristina Kirchner en la causa. "Es de la lógica más elemental sospechar acerca de la íntima relación existente entre la cuantiosa adjudicación de obra pública a Báez (y su grupo económico) y las referidas relaciones del nombrado con los ex Presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández", dijo la Cámara en su fallo.
Leonardo Fariña declaró como arrepentido en abril pasado y, entre otras cosas, dijo que en noviembre de 2010 los Báez tuvieron una reunión con Cristina Kirchner en Olivos.
"Fueron Lázaro Báez, Martín Báez y Claudio Bustos a la quinta de Olivos a encontrarse con la Presidenta, y vinieron enojados porque les bajó la adjudicación que le había dado de palabra de la refacción y concesión de los peajes de la ruta inter-balnearia y nosotros ya la habíamos puesto en el cash flow del armado del fideicomiso", declaró Fariña.
En el relato del arrepentido no fue la única reunión a la que se refirió. También sostuvo que para la misma época, Cristina Kirchner le preguntó a Báez si estaba sacando dinero al exterior porque así se lo habían dicho funcionarios de la embajada de Estados Unidos en el país. Pero Fariña no dijo dónde fue ese encuentro.
Casanello había solicitado en abril un entrecruzamiento de todas las líneas telefónicas de los Báez y Bustos. Ahora sumó saber si las antenas se activaron en la zona de Olivos.
Junto con la geolocalización, el juez también le encomendó a la Policía Federal un entrecruzamiento de las líneas de teléfonos a nombre de la empresa "Andrómeda Corporate Finance S.A.". Fariña dijo que fundó esa compañía y que compró siete celulares Iphone, uno de los cuales usaba Lázaro y otro Martín Báez.
La medida realizada por el juez llega en paralelo con el fallo de la Cámara Federal que este jueves confirmó el primer procesamiento de Lázaro y Martín Báez por el primer caso de lavado de dinero (las imágenes en las que se ve a Martín y otras personas contando millones de dólares) y ordenó investigar a Cristina Kirchner.
Los Báez también están procesados por lavado en una maniobra con bonos comprabados con dinero del exterior y esta semana deberán presentarse a declarar junto con Leandro, Melina y Luciana, los otros tres hijos del empresario, para una cuenta bancaria en Suiza con 25 millones de dólares en la que los hijos figuran como titulares.
"El más elemental sentido común torna necesario que se avance sobre las sospechas que vinculan a la procedencia ilícita de los bienes, con la larga lista de adjudicaciones de obras públicas que beneficiaron a empresas de Lázaro Báez, en forma paralela a las relaciones -cuanto menos- personales y comerciales que lo unían con las más altas autoridades del Poder Ejecutivo Nacional y a la posible decisión directa o influencia ejercida para que ello ocurra", señalaron los camaristas Martín Irurzun y Eduardo Farah.
Para eso señalaron que Casanello "provea lo conducente para confirmar o descartar la relación, esbozada desde los inicios de la causa, entre las maniobras de lavado de dinero y la adjudicación de obra pública de la que fue beneficiario a lo largo de los años Lázaro Báez y su grupo empresario".
Los camaristas señalaron en su fallo que hay otras causas en las que se investigan las irregularidades en la obra pública durante el kirchnerismo y las relaciones comerciales entre la familia Báez y Kirchner, como las causas Hotesur y Los Sauces. El tribunal sostuvo que por el momento esos expedientes pueden ir en paralelo.
Pero tanto Casanello como el fiscal Guillermo Marijuán ya dijeron que en la causa no investigan la obra pública.
Dos investigaciones sobre Olivos
El juez Casanello comenzó a investigar si Báez estuvo en la Quinta de Olivos y en otra causa se busca determinar si ambos también se encontraron en el mismo lugar en septiembre del año pasado.
Báez dijo en una audiencia ante la Cámara que vio a Casanello junto al entonces secretario general de la presidencia Eduardo Wado de Pedro en Olivos para reunirse con Cristina Kirchner. Para determinar si esos dichos son ciertos o no, el tribunal dispuso distintas medidas de prueba.
La Sala II de la Cámara debe resolver un planteo de recusación de Leandro Báez contra el juez. Tanto Cristina Kirchner, Casanello y de Pedro negaron ese encuentro.