En base a informes y pericias preliminares donde se constata que circulaba a más de 100 kilómetros por hora, la fiscalía pidió 10 años de prisión y el mismo lapso de prohibición para manejar por el delito de homicidio simple para el conductor del Audi TT que atropelló y mató a Damián Orgaz, de 26 años. El joven transitaba con su moto por diagonal Río Negro y Campbell la noche del 31 de marzo pasado. La jueza impidió que los padres de la víctima, constituidos como querellantes, presenciaran la audiencia donde se resolvió ese paso procesal y la prórroga de la prisión preventiva del acusado hasta el juicio.

En un clima de entendible malestar de un grupo de familiares y amigos de Orgaz, encabezados por sus padres Juan Carlos y Beatriz, se desarrolló este viernes en los Tribunales la audiencia en la cual la jueza Hebe Marcogliese decidió prorrogar hasta el juicio la prisión preventiva del mecánico Juan Carlos Schmitt, de 46 años, a quien se le mantuvo la acusación por el delito de homicidio simple con dolo eventual.

Esa figura, poco frecuente para siniestros de tránsito con víctimas fatales, fue la escogida por las fiscales Valeria Piazza Iglesias y Verónica López para definir la conducta del conductor. La misma postura acusatoria mantuvo el fiscal Florentino Malaponte, en reemplazo de sus colegas, al formalizar el pedido de 10 años de prisión efectiva y el mismo plazo de inhabilitación para conducir.

A fondo. El representante del Ministerio Público fundamentó su pedido con los informes periciales preliminares, donde se constata la velocidad que desplegó el conductor del Audi TT gris cuando embistió y mutiló a Orgaz, que esa noche trabajaba como delivery de un bar.

"Iba contramano, a más de 100 kilómetros por hora, a punto de cruzar una esquina con calles de doble mano, no frenó, fue un choque frontal. Y el hallazgo de partes del cuerpo arriba del capó del auto es típico de un siniestro donde se circula a por lo menos 130 kilómetros por hora", describió Malaponte.

Además, el funcionario recordó que el acusado había reiterado esa conducta, que conocía las calles del barrio, donde fue visto muchas veces por los vecinos probar autos a velocidad extrema.

La defensa, en manos del abogado particular José Luis Abichain Zuain, insistió con la idea de que su cliente cometió un delito culposo, es decir, una conducta imprudente con la que no buscó ese resultado fatal.

Pero la jueza hizo lugar al requerimiento del fiscal y ordenó que el mecánico siga en prisión por el plazo de ley; es decir, como mínimo hasta la audiencia preliminar al juicio. Ahora la querella tiene un plazo de 60 días para presentar la acusación, que se presume estará en sintonía con lo planteado por la fiscalía.

Encuadre inédito. Los abogados de la familia Orgaz indicaron que la decisión procesal fue la correcta. "No es habitual que se califique de homicidio simple con dolo eventual a un siniestro vial, pero en este caso hay evidencias que demuestran una conducta desaprensiva y reiterada del acusado", explicaron Ariel Gaite y Gustavo Di Rienzo.

"Ahora tenemos 60 días para presentar la acusación, en ese tiempo se agregarán más elementos de prueba y medidas para sostenerla. La calificación es inédita por las características y mecánica del accidente, la velocidad y la conducta del conductor", recalcaron los profesionales.

Como agravante recordaron que el imputado estaba probando el auto a gran velocidad, que fue visto por testigos, y no sólo ese día sino otros. Además de las multas de tránsito que acumula por esa infracción.

El accidente en el que murió Orgaz fue conmocionante. Ocurrió a las 20.30 del jueves 31 de marzo, cuando Schmitt conducía a altísima velocidad el Audi TT y embistió al motociclista en la esquina de Río Negro y Campbell, zona oeste de Rosario.

La magnitud del choque fue tal que la víctima sufrió la amputación de brazos y una pierna. A pesar de los esfuerzos de los vecinos por auxiliarlo en un contexto macabro, murió a poco de ingresar al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca).

Schmitt fue detenido en el lugar y el 2 de abril fue imputado. Le dictaron la prisión preventiva por 30 días, plazo que se cumplía hoy. Está acusado de un delito con penas que pueden ir de 8 a 25 años de cárcel, algo que si se sostiene en el juicio resultaría poco frecuente, ya que los siniestros de tránsito con víctimas fatales están caratulados como homicidio culposo con penas que no exceden los cinco años, y pueden ser de cumplimiento condicional.