La jueza federal Sandra Arroyo Salgado insistió que no tiene “ninguna duda” de que la  muerte de su ex esposo, el fiscal Alberto Nisman, “se trató de un  magnicidio”.

“No tengo ninguna duda de que se trató de un magnicidio”, indicó la mujer, quien manifestó que “Alberto fue víctima de un  homicidio que estuvo relacionado con su función”, luego de que se cumpliera un año de la muerte del fiscal de la UFI-AMIA que había denunciado a la presidenta Cristina Fernández por encubrimiento en la causa por el atentado perpetrado en julio de 1994.   "Siento que las cosas están cambiando para la investigación. Espero que el Poder Judicial esté a la altura de las circunstancias. Pero no quiero condicionar a mis colegas, quiero ser respetuosa de su trabajo", dijo la jueza federal de San Isidro, en diálogo con el periodista Marcelo Longobardi en radio Mitre.   Pero, más allá de su esperanza, Arroyo Salgado no ahorró críticas al sistema del que ella misma forma parte: "Siento que nuestro sistema no estuvo a la altura de las circunstancias, no estamos preparados para proteger a las víctimas".   "Durante todo este año nos sentimos muy desprotegidas. Yo no puedo dejar de relacionar lo personal con la función que tengo. En el país no estamos preparados para proteger y representar a las víctimas como corresponde", amplió.   Europa. Arroyo Salgado contó que durante su estadía en Europa un guía turístico le preguntó por el caso Nisman, sin saber que ella era la ex esposa del fiscal.   "Hace una semana cuando estaba con un guía turístico, me preguntó de dónde era y dije que de Argentina. Y me dijo: «Ah, tú vienes del país donde suicidan a los fiscales». Yo me quedé impactada", relató.   "Cuando le expliqué que era la mamá de las hijas del fiscal, se quedó impactado y me pidió disculpas. Esa es la imagen que lamentablemente estamos proyectando al exterior", agregó.