El proyecto Alcohol 0, que busca imponer en la ciudad la restricción total de ingesta a quienes conducen un vehículo, podría dar en el Concejo Municipal el primer paso la semana próxima y aprobarse en breve. Además de bajar el límite permitido, la iniciativa plantea una fuerte suba en las multas que (a valores actuales de la nafta súper de YPF, combustible que se toma como referencia para los montos) en algunos casos llegarían a ser superiores a los 9 mil pesos. En tanto, también se prevé para ciertas situaciones de reincidencia el retiro de la licencia de conducir por cuatro años.

La iniciativa, que tiene por fin disminuir los índices de siniestros al volante, fue ingresada al Palacio Vasallo por el edil radical Sebastián Chale. La idea se abordó esta semana en la comisión de Obras Públicas y ya cuenta con el aval del grueso de las fuerzas políticas locales.

Algunas fuentes consultadas estimaron que el martes próximo el proyecto ya podría tener despacho en esa comisión. Tras eso, será derivada a Gobierno, y de allí al recinto.

De todas formas, no todo irá tan rápido. Es que los concejales sesionarán el miércoles de la semana próxima (ya que el jueves, 9 de julio, es feriado) y luego habrá dos semanas de receso invernal. Se estima que cuando vuelvan de las vacaciones la propuesta ya estaría en condiciones de aprobarse.

Actualmente Rosario cuenta, al igual que la ley nacional, con un límite de 0,5 gramo de alcohol en sangre para conductores de autos; 0,2 para motociclistas y 0 para quienes guían algún tipo de transporte público.

La iniciativa de Chale prevé modificaciones sustanciales a esos guarismos establecidos en el Código de Faltas, incluyendo inhabilitación para conducir y cursos obligatorios para todo infractor por alcoholemia. La carga horaria de los cursos dependerá de la gravedad de la transgresión, contemplando entre 4 y 20 horas de dictado.

La propuesta se divide en dos. La realización de esos talleres preventivos está prevista para aquellos conductores cuyos análisis registren hasta de 0,3 gramo de alcohol en sangre. De allí en adelante comenzarán a establecerse sanciones económicas.

La escala que se elaboró plantea que quienes tengan de 0,3 a 0,5 gramo de alcohol en sangre al momento del control vehicular de Tránsito deberán pagar una multa de 50 a 150 Unidades Fijas (UF). Ese monto se actualiza mensualmente y toma como referencia el valor del litro de nafta súper en YPF, que hoy casi llega a los 13 pesos.

Del 0,5 en adelante las multas comienzan a duplicarse hasta llegar, en los casos más extremos, al triple.

Por ejemplo, si a un conductor el test le comprueba entre 0,75 y un gramo de alcohol en sangre, es hoy pasible de una multa máxima de 2 mil pesos, y con la modificación la sanción pecuniaria ascendería a 6 mil pesos.

En tanto, habrá una multa de 600 a 750 UF cuando el índice de intoxicación sea de 1,5 o más. Allí es cuando se da la sanción económica más alta, que con el actual valor del combustible superaría hoy los 9 mil pesos.

A la par, ante una situación de reincidencia en los casos de graduaciones más graves se prevé el retiro de la licencia de conducir por 4 años. El conductor apercibido también deberá volver a hacer todo el trámite para obtenerla nuevamente una vez transcurrido ese lapso.

El proyecto propone además crear un fondo público de lucha contra el alcohol al volante constituido por los montos que se recauden en las multas; convocado y coordinado por las secretarías de Salud y de Control e integrado por ONG locales referentes de la seguridad vial. Esos recursos irán para financiar los cursos de concientización y reflexión.

Aval del Ejecutivo

En la reunión que se llevó a cabo esta semana en el Concejo también estuvieron el titular de la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana del Ejecutivo,Pablo Seghezzo, y representantes de instituciones que trabajan en la prevención de accidentes en Rosario y localidades aledañas. Eso incluyó a la ONG Realidad Vial, a la que se agregaron familiares de víctimas de siniestros, como el caso de Mónica Gangemi.

Además del consenso que la iniciativa ya tiene en el Palacio Vasallo, su rápido avance y posterior implementación se da por descontada ya que es avalada por el Ejecutivo y dichas organizaciones. Todos salieron conformes del primer encuentro que se realizó en el Palacio Vasallo.

Chale insistió: “El objetivo principal es aportar a crear una nueva cultura vial, disociando alcohol y conducción y entendiendo que cuando se maneja no se debe tomar ni una gota de alcohol”.