El ritmo inflacionario se desacelera desde el segundo semestre del año pasado como consecuencia fundamentalmente del parate de la economía, según coincidieron en señalar tanto representantes del gobierno como consultoras privadas.

De todas maneras, y a pesar del frágil consenso que existe respecto al proceso de enfriamiento de la suba de los precios, persisten serias diferencias respecto al cálculo de ese indicador clave de la economía, ya que mientras que desde el Ejecutivo estiman una inflación anual del 15 por ciento para 2015, —casi nueve puntos menos que en el 2014—, economistas advierten que el año podría terminar con hasta 35% de aumento en los precios si no se toman medidas como la reducción del gasto y la menor emisión monetaria.

El secretario de Comercio, Augusto Costa, aseguró que la inflación “se está desacelerando y las perspectivas son que continúe así”, para que 2015 cierre con el nivel previsto en el Presupuesto de este año.

Por su parte el presidente de la Cámara de Autoservicios y Supermercados Chinos (Casrech), Miguel Calvete, destacó que en enero “siguió la desaceleración de precios”, y consideró que si la baja llega es de “entre 1,3% y 1,6%”, según los productos.

En cambio, para Aldo Abram, economista y director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, “si no se mantiene la política austera del Banco Central vamos a terminar el año con una inflación del 35%”.

En tanto, la consultora Economía & Regiones consideró que la inflación “comenzó a desacelerarse en la segunda mitad de 2014”, pero condicionó la continuidad de ese proceso a la política de esterilización monetaria que lleve a cabo el Banco Central en el primer trimestre de 2015.

La entidad previó un año “partido en dos”, con un primer semestre con una inflación mensual del 1,8 al 2 por ciento, lo que llevaría a un interanual del 28 al 29 por ciento, en tanto en la segunda mitad el alza de precios podría acelerarse en la medida que no se aplique una “política monetaria prudente”.

“La inflación comenzó a desacelerarse hacia el tercer y cuarto trimestre de 2014 y probablemente siga haciéndolo por algunos meses”, dijo E&R.

La consultora calculó que “si la inflación del IPC Congreso se mantuviera en 2% mensual, la inflación interanual bajaría a 28,3% en junio de 2015”.

Por su parte, Calvete señaló que “si bien hubo ajustes en algunos productos que fueron importantes durante enero, también se produjeron bajas en otros”.

Opinó que los productos que se encuentran dentro del programa de “Precios cuidados” siguen siendo “los más requeridos por el público, aunque los aumentos de precios se están dando en los artículos que integran el programa y no en los que están fuera de la lista oficial”.

El presidente de Casrech consideró que “la mejor manera de que esta desaceleración continúe es seguir con el programa, porque entiendo que con este proceso de precios administrados la desaceleración de precios va a tender a acentuarse”.

Por su parte, Abram reconoció que la inflación “se ha venido desacelerando en los meses finales del año pasado y tiene que ver con que el gobierno, mediante la política del Banco Central, ha logrado cambiar las expectativas de devaluación hacia delante”.

Dijo que se logró revertir lo que “estaba ocurriendo desde mediados del 2013, con un derrumbe de la demanda de moneda, en que la inflación se venía comiendo el poder adquisitivo de los salarios, y ahora se ha comenzado a revertir”.

El economista advirtió que el Banco Central “tiene que seguir manteniendo la actual política de austeridad y en la medida que lo pueda seguir haciendo en el corto plazo, habrá una mayor desaceleración de la inflación”. No obstante, consideró que “este año la inflación va a tener una evolución en forma de ”U”, con una baja en los primeros meses y una suba en los últimos meses del año”.