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Tres generaciones se han reído en América latina con los personajes televisivos de Roberto Gómez Bolaños, "Chespirito", el productor y actor mexicano que murió a los 85 años en su casa de Cancún.
"El Chavo del Ocho", su hijo más célebre, fue el que dio la mayor popularidad a Gómez Bolaños, uno de los más grandes comediantes que ha tenido América latina.
Esa serie de televisión, que empezó a emitirse en 1971, traspasó no sólo fronteras, sino generaciones. Las historias de la vecindad de "El Chavo del Ocho" siguen vivas en la versión original, en caricatura y en videojuegos.
Desde los hispanos en Estados Unidos hasta los fans en Argentina, el continente hizo propio el lenguaje del "Chavo", con frases como "se me chispoteó", "fue sin querer queriendo" o "es que no me tienen paciencia".
Gómez Bolaños nació en Ciudad de México el 21 de febrero de 1929. Estudió sin concluir ingeniería en la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam) y fueron la producción, la actuación y la dirección los oficios a los que entregó su vida.
El director de cine Agustín Delgado le puso el apodo de "Chespirito" (Shakespeare chiquito, por su baja estatura), en una comparación españolizada con el dramaturgo inglés William Shakespeare.
Florinda Meza, Doña Florinda, la emblemática actriz de sus programas, fue el gran amor de su vida. Gómez Bolaños, que era 19 años mayor, se casó con ella en 2004 después de 27 años de vida en común.
La compañera incondicional, a la que en ocasiones se le criticó por mostrarse supuestamente autoritaria ante el actor, lo acompañó hasta sus últimos días.
En una de sus escasas apariciones públicas recientes a "Chespirito" se le vio en silla de ruedas y con oxígeno en un homenaje en su honor en 2012.
"El Chapulín Colorado" fue otra de las series más populares de Gómez Bolaños. Entre sus personajes están también Chaparrón Bonaparte, el doctor Chapatín y Chómpiras.
Dos de los compañeros de set con los que Gómez Bolaños conservó una buena amistad fueron Rubén Aguirre, El profesor Jirafales, y Edgar Vivar, el Señor Barriga, que encabezó el gran homenaje que se le hizo a nivel regional a principios de 2012 y en el que ambos actores participaron.
En cambio, era mala su relación con el actor Carlos Villagrán, que encarnó a Quico en "El Chavo del Ocho", y con María Antonieta de las Nieves, que dio vida a La Chilindrina y con la que tuvo una pelea legal por los derechos del personaje.
"Chespirito", padre de seis hijos con su primera esposa, la escritora argentina Graciela Fernández, inició su carrera como creativo publicitario, un oficio que le permitió saltar a la radio y la televisión, donde se desempeñó inicialmente como guionista en los años de 1950.
Los primeros pasos como actor los dio en "Dos criados malcriados", en 1960, y desde entonces se convirtió en uno de los grandes cerebros de la televisión mexicana.
Gómez Bolaños también se involucró con el cine realizando guiones para el dúo cómico "Viruta y Capulina", unos de los más famosos de este género en México en la década de los 60, así como para filmes que él mismo protagonizó como "El Chanfle" y "Don Ratón y Don Ratero".
A lo largo de su polifacética carrera igualmente realizó una exitosa obra de teatro titulada "11 y 12" y publicó un poemario titulado "Y poemas también".
Política y los narcos. Chespirito también estuvo involucrado en la política dando apoyo público a candidatos del Partido Acción Nacional (PAN, conservador) y criticando al líder centro-izquierdista Andrés Manuel López Obrador.
Un episodio que empañó su figura fue cuando en 2007 Fernando Rodríguez Mondragón, hijo del capo colombiano Gilberto Rodríguez Orejuela, aseguró que el narcotraficante alguna vez había contratado los servicios de varios de los personajes de "El Chavo del Ocho" para fiestas infantiles familiares.
En esta oportunidad Gómez Bolaños desmintió haber tenido contacto con narcotraficantes, aunque dijo que no podía saber si todos los empresarios que lo contrataron a lo largo de su carrera "son honorables y no han tenido vínculos con personajes oscuros".
"Chespirito" gozó de una fama desbordante en la mayoría de países de la región, aunque sus historias muestran también facetas tristes de la sociedad, como el abandono de la infancia y el maltrato en el caso del "Chavo".
El éxito de "El Chavo del Ocho" llevó a Gómez Bolaños a prolongar su actuación en la serie hasta tener más de 60 años, cuando anunció su retiro al considerar que era "estéticamente desagradable" seguir interpretando a un niño de ocho años, además de que ya le costaba entrar al barril donde vivía el personaje.
Su popularidad fue tal que cuando abrió la cuenta de Twitter @ChespiritoRGB en 2011 para comunicarse con sus fans empezó a recibir miles de mensajes desde toda América latina. Actualmente, la cuenta tiene seis millones de seguidores. "Hola. Soy Chespirito. Tengo 82 años, y ésta es la primera vez que tuiteo. Estoy debutando. ¡Síganme los buenos!", escribió en el primer mensaje. Y en su perfil ratificó su sentido del humor: "Para qué quieren mi perfil si soy más guapo de frente".