Según el municipio, la tasa general de inmuebles (TGI) está atrasada cerca de un 90 ciento. Ese desfasaje detectó la Intendencia en la elaboración del presupuesto 2015, que hoy adelantará al interbloque del Frente Progresista en el Concejo. Este año se recaudarán 580 millones de pesos en concepto de TGI, cuando para el año próximo serán necesarios 1.100 millones para cubrir el costo del alumbrado, barrido y limpieza, las prestaciones básicas de la tasa. El oficialismo aún no definió en qué porcentaje propondrá ajustar la TGI el año próximo, ante un Palacio Vasallo atomizado y adverso.

El equipo económico municipal terminó de elaborar el borrador del proyecto de gastos y recursos para el año próximo. Esta tarde, la secretaria de Hacienda, Verónica Irízar, compartirá con los 8 ediles del oficialismo el "diagnóstico" y las alternativas posibles.

Luego habrá una ronda de diálogo con las otras fuerzas políticas del Concejo. Y los primeros días de la semana próxima la intendenta Mónica Fein remitirá al cuerpo el presupuesto 2015, casi dos meses después de lo que establece la normativa vigente.

Según pudo saber LaCapital, para 2015 Irízar proyectó que el municipio deberá recaudar unos 1.100 millones de pesos para cubrir las prestaciones básicas de la TGI: alumbrado público, barrido y limpieza (recolección, transporte y disposición final de residuos).

La diferencia con los números finales de 2014 es significativa: en la Intendencia estiman que este año se terminarán recaudando en concepto de TGI unos 580 millones de pesos, sobre una emisión total de 630 millones.

Ese monto, remarcó días atrás la jefa del Palacio de los Leones, "sólo alcanza para cubrir el 70 por ciento del costo de la higiene de la ciudad", dejando afuera otras prestaciones del ABL y tareas básicas del mantenimiento urbano.

"Rosario tiene una de las tasas más bajas del país", advirtió Irízar para después graficar: "El 70 por ciento de los rosarinos no paga más de 100 pesos por mes".

De acuerdo a los cálculos de Hacienda, el atraso en la emisión de la tasa se profundizó este año, cuando el Concejo "sólo" avaló una suba del 19,5 por ciento de la alícuota, en un contexto inflacionario cercano al doble.

Además, para 2014 la Intendencia pretendía aplicar un revalúo catastral que implicaba para este año una suba en la recaudación de casi el 32 por ciento. Y además establecía "previsibilidad" para los próximos dos años, subas graduales de los valores que pagan mensualmente los rosarinos.

"A nadie le gusta votar un aumento en las tasas, pero hay que ser responsables en dotar al municipio de las herramientas para financiar las obras y servicios que están a su cargo", remarcó una fuente oficial.

"El Concejo que debe votar los recursos para 2015 —continuó—no debe olvidar, por ejemplo, que aprobó el contrato de recolección de basura adjudicado en 2012, que incluía una clausula de redeterminación de precios por la inflación".

A un año y medio de su debut, las certificaciones mensuales que paga el Estado municipal a las concesionarias Lime y LimpAR ya sufrió un reajuste del 60 por ciento en los valores.

El desfasaje proyectado no implica que el oficialismo termine promoviendo trasladar íntegramente a los contribuyentes rosarinos el 95 por ciento de atraso en los valores de la TGI.

Más tendiendo en cuenta que el interbloque del Frente Progresista sólo cuenta con 8 votos sobre 24, en la previa de un año electoral donde varios ediles buscan su reelección y otros ya están anotados en la carrera para quedarse con la Intendencia.

El secretario de Gobierno, Fernando Asegurado, se limitó a señalar: "Rosario está teniendo un nivel de obra pública barrial como hace mucho no tenía. Como hay que mantener el nivel de inversión pública, también es necesaria una actualización de los ingresos".

Fuente: La Capital