Un informe de los economistas Leandro Fisanotti y Adriano Mandolesi de la Fundación Libertad, de Rosario, indica que el fenómeno "refuerza las preocupaciones por la salud de las cadenas de pagos en las distintas actividades productivas".

Este valor -que resulta de por sí alarmante- cobra mayor relevancia cuando se lo contrasta con los registros anteriores: los rechazos treparon 12,7% respecto de julio y el salto en comparación con igual mes del año pasado alcanzó a 147,3 por ciento. Se trata de un incremento interanual sin precedentes en la serie publicada por el BCRA, que inicia en 2000.

"La proporción de cheques rechazados, tanto medida por unidades como por montos, empató registros que no se observaban desde el verano de 2002, momentos de ebullición de la crisis económica que marcó el final de la convertibilidad", indica el análisis de los economistas de la Fundación Libertad.

En agosto de 2014, el 5,1% de los cheques que se presentaron en ventanilla no fueron pagados por los bancos. Si bien existe una cantidad de documentos que son devueltos por defectos de tipo formal – independientes de la solvencia del librador – el nivel alcanzado en el mes pasado supera a todo promedio histórico.

Llevado a pesos, la proporción de los rechazos alcanza el 4,44%. Para poner este guarismo en perspectiva, "el promedio de los primeros siete meses del año fue del 2,4%, más de dos puntos porcentuales por debajo de un agosto que resultó sumamente complicado para las finanzas empresariales.

Mayor elocuencia se da en la comparación histórica, "la proporción de cheques rechazados alcanzó su máximo desde Febrero de 2002", sostiene el trabajo.