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Subsidios al transporte: ¿federalismo o centralismo?
Pese a los recortes, el Estado sigue subsidiando con más de $ 1.400 mensuales a los hogares de Buenos Aires y el Conurbano. Esto es lo que le cuesta al Gobierno mantener algunas tarifas de servicios públicos congeladas (como las de la luz) o que los consumidores no terminen pagando los importes “plenos” de otros servicios, como el gas. En ese caso, el Poder Ejecutivo retiró una parte de las ayudas, pero todavía no les cobra a los consumidores por el gas importado que compra afuera y paga en dólares.
La estimación del costo fue hecha por Andrés Chambouleyron, experto de las regulaciones en los servicios públicos. “Aunque se retiraron bonificaciones al agua, el servicio sigue estando subsidiado. Y en gas, si bien también hay una quita parcial de subsidios, el gas que importa el país es 25% más caro como consecuencia de la devaluación del peso frente al dólar y eso sube la cuenta”, aclara.
Chambouleyron hizo su análisis sobre la base de los presupuestos de Cammesa –la empresa mayorista del sector eléctrico, manejada por el Gobierno–, Enarsa –que es responsable de los subsidios al gas– y Aysa, que se encarga del agua. Pero también estudió los resultados financieros de las empresas.
El presupuesto de Cammesa aumentó casi un 100% este año. La compañía pasó de captar $ 34.000 millones del Estado a un presupuesto de $ 67.000 millones. “Los subsidios que van a recibir los habitantes del área metropolitana de Buenos Aires se puedan estimar asumiendo que se reparten en función del consumo, y el consumo residencial de electricidad en el AMBA (área metropolitana) representa un 44,4% del total consumo del país”, detalla Chambouleyron. En ese presupuesto, Cammesa destinará $ 29.750 millones (el 44% de sus erogaciones) a mantener planchadas las tarifas de la luz. Hay 5,2 millones de usuarios de electricidad. Cada uno recibe, por subsidios, alrededor de $ 5.725 anuales, lo que representa un beneficio mensual de $ 477.
Pero además, las empresas del sector eléctrico (Edenor, Edesur) demandaron ingresos adicionales por $ 9.200 millones en 2013, según consta en los estados financieros de las compañías revisados por el experto. Si los hogares hubieran tenido que pagar por ese costo, eso habría implicado un gasto de $ 1.776 anuales para cada uno de los 5,2 millones de hogares que tienen luz en el área metropolitana. Hasta ahora, eso representa un ahorro de $ 148 mensuales. En total, el Estado está subsidiando $ 625 mensuales a cada hogar en la luz.
En el gas, el consumo residencial representó un 37% de lo que gastó Enarsa en subsidios. El presupuesto de esa firma para este año es de $ 55.000 millones. Si el 37% va a descuentos para los hogares, cada uno de los 3,84 millones de clientes de gas (divididos entre MetroGas y Gas BAN) recibe $ 5.303 anuales, lo que implica un subsidio mensual de $ 442.
Las distribuidoras de gas requirieron ingresos adicionales por $ 1.200 millones en 2013. La quita de subsidios y el incremento tarifario de este año busca corregir esa situación. Hasta aquí, el Estado financió $ 318 anuales por cliente, lo que representa $ 27 mensuales. Como todavía la quita de subsidios no se terminó de aplicar del todo y hay hogares que están solicitando mantener la ayuda, Chambouleyron nota que los hogares porteños reciben $ 469 mensuales por gas.
En agua, donde se aplicó un aumento tarifario de hasta 300% o más, la estatal Aysa pasó de un presupuesto de $ 7.000 millones en 2013 a $ 8.300 millones en 2014. Con 3,5 millones de hogares, cada uno sigue recibiendo un subsidio anual de $ 2.371, o casi $ 200 mensuales.
También están las erogaciones que hace el Estado a los colectivos. Las empresas de transporte de pasajeros que circulan en Buenos Aires y 20 partidos vecinos cobrarán alrededor de $ 5.000 millones este año en subsidios.
Bajo el supuesto de que esto beneficia a los 3.817.511 hogares de esas zonas, el Poder Ejecutivo acepta un subsidio de $ 1.318 anuales o $ 110 mensuales por cada familia, al margen de que llegar al trabajo cuesta hasta el doble que el año pasado.
Fuente: Clarin