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Subsidios al transporte: ¿federalismo o centralismo?
Rosario acumula más de 6.300 solicitudes en lo que va del año por columnas y cables en riesgo, un dato que confirma la persistencia y en algunos distritos, el incremento de estructuras deterioradas que representan un riesgo para la circulación y la seguridad de los vecinos. “La única solución depende de la empresa que brinda el servicio; es su responsabilidad resolver el problema”, señaló Gonzalo Ratner, director de la Dirección General de Gestión de Riesgos y Protección Civil de Rosario.
Los datos forman parte del relevamiento interno realizado por la Dirección General de Gestión de Riesgos y Protección Civil, que monitorea este tipo de incidencias a través de dos áreas clave: los verificadores en calle, responsables de constatar los reclamos en territorio, y el Área Técnica de Registro y Control, que opera desde la base del Centro Integrado de Operaciones de Rosario (CIOR). Ambas trabajan de manera complementaria para documentar, clasificar y derivar cada situación a las empresas o dependencias responsables.
Desde el Municipio señalaron que se trata de un problema sostenido y detallaron que la evolución de los reclamos, según el análisis de los registros de 2023, 2024 y el período enero-noviembre de 2025, muestra un patrón claro.
En todos los distritos se observó un crecimiento de las reiteraciones en 2025, lo que sugiere mayores demoras en la resolución por parte de los prestadores. Además, algunos distritos registran este año más reclamos totales que el anterior, entre ellos Noroeste, Norte y Centro.
Solicitudes por distrito (2025):
Centro: 938 Noroeste: 1.325 Norte: 1.072 Oeste: 929 Sudoeste: 985 Sur: 996
Asimismo, si se comparan las cifras con 2024, se observa una suba generalizada de casos, especialmente en materia de reiteraciones. El distrito Noroeste pasó de 303 a 485 reclamos, el Norte de 280 a 511, y el Sudoeste de 278 a 365. Este indicador es clave, ya que expone cuántas veces un vecino debe volver a reclamar ante la persistencia de la situación.
Por otra parte, desde el Municipio explicaron cómo funciona el sistema que monitorea estos riesgos en la ciudad. Las incidencias por columnas, postes y cables dañados ingresan a través de reclamos vecinales, inspecciones rutinarias y reportes generados tras tormentas. Dentro de la Dirección de Gestión de Riesgos, la respuesta se organiza en dos etapas principales.
En primer lugar, se realiza la verificación en calle: los agentes recorren el punto informado, documentan el estado y definen si existe riesgo inmediato para transeúntes o vehículos. En esta categoría se incluyen colapsos de postes de madera de telefonía o internet, columnas de hormigón fisuradas o inclinadas, cables a baja altura o cortados, y estructuras afectadas por tormentas, choques o corrosión.
“La prioridad es detectar si existe riesgo directo: un cable tenso a baja altura, un poste que perdió base, o una columna golpeada por un vehículo. En esos casos la intervención es inmediata”, explica Emanuel Cámpora, agente de Protección Civil especializado en verificación.
En segundo lugar, interviene la gestión técnica en el CIOR: una vez constatado el estado, el reclamo pasa al Área Técnica de Registro y Control, que coordina acciones con las empresas prestatarias EPE (energía eléctrica), firmas de telecomunicaciones, proveedores privados de TV e Internet y el área municipal de Alumbrado Público.
“El seguimiento es diario. Hay estructuras que dependen del municipio y otras de empresas privadas. Nuestro trabajo es garantizar que cada actor avance en los tiempos esperados”, detalla Luis Obregón, responsable del registro y derivación de estos reclamos.
Desde el área remarcan que la coordinación puede volverse compleja, especialmente cuando una misma columna sostiene servicios de más de una empresa o cuando la reposición requiere obras de infraestructura. Sin embargo, evitan atribuir responsabilidades directas para no interferir en los acuerdos operativos vigentes.
A su vez, el impacto de las tormentas y el envejecimiento de la infraestructura agravan el escenario. Si bien buena parte de los reclamos se vincula al desgaste por el paso del tiempo en especial en los postes de madera que sostienen servicios de internet y telefonía, los picos anuales se registran luego de fenómenos meteorológicos de alto impacto.
Entre las situaciones más frecuentes figuran cables cortados durante ráfagas, columnas partidas tras caídas de árboles, postes arrancados por accidentes vehiculares, cajas de empalme de luz abiertas o expuestas en zonas con conexiones irregulares, y estructuras corroídas por humedad en sectores de alto tránsito.
En este contexto, los especialistas en planificación urbana sostienen, con cautela, que la ciudad podría avanzar progresivamente hacia soluciones más modernas, como tendidos subterráneos en áreas estratégicas. No obstante, advierten que la implementación de estas obras exige acuerdos complejos entre empresas, altos niveles de inversión y plazos prolongados.
Uno de los puntos más sensibles del informe es el aumento de los reclamos reiterados. En lo que va del año, Rosario acumula más de 2.200 reiteraciones por columnas o cables en riesgo. Esto implica que numerosos vecinos debieron insistir para obtener una resolución, especialmente en los distritos Noroeste y Norte.
Según la Dirección de Gestión de Riesgos, este comportamiento responde a una combinación de factores: dificultades en la reposición de materiales, coordinación entre múltiples empresas, mayor demanda tras eventos climáticos y estructuras antiguas o compartidas por más de un servicio.
“Una parte importante de nuestro trabajo está en hacer seguimiento de las reiteraciones. Cuando un reclamo vuelve a ingresar, actuamos para actualizar la información y agilizar la coordinación con las empresas involucradas. Nuestro objetivo es que cada intervención avance con claridad y que los tiempos de respuesta mejoren, siempre priorizando la seguridad del espacio público”, explica Juan Pablo Vannelli, operador de Protección Civil en el CIOR.
Las columnas y postes forman parte del entramado que sostiene servicios esenciales en Rosario, luz, comunicación, internet, alumbrado y control urbano. Su mantenimiento es vital no solo para garantizar la continuidad de los servicios, sino también para evitar riesgos directos en calles, veredas y frentes de viviendas.
En síntesis, el relevamiento muestra que el problema es persistente, complejo y creciente en algunos sectores de la ciudad, y que su resolución requiere una coordinación precisa tanto entre áreas municipales como con las empresas prestatarias.
Mientras tanto, la tarea diaria de los verificadores y del Área Técnica sigue siendo clave para sostener la seguridad urbana y mantener actualizada la radiografía de una infraestructura que, año tras año, muestra señales de desgaste.
“No está mal que nos llamen. Si bien no somos el organismo responsable de solucionar estas fallas, en algunos casos intervenimos para garantizar la seguridad de los vecinos que circulan en bicicleta o motocicleta, incluso llegando a cortar cables cuando la situación lo requiere”, concluyó el director de la repartición municipal.