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19:41:07 14/09/2025

Proponen crear un reservorio digital que reúna toda la documentación histórica de Rosario

No existe un acervo que nuclee todos los archivos históricos de la ciudad. Estos están “diseminados” entre instituciones públicas y privadas por lo que, dependiendo de la temática que se busque indagar e investigar, se correrá con la suerte o no de contar con archivos idóneos para bucear en su historia.

Esto lo saben los historiadores. Es una cuenta que se debe toda metrópolis si tiene conciencia del valor de su memoria y de lo difícil que es su conservación. Y como la ciudad este año se viste de gala con las celebraciones del Tricentenario, la concejala Marisol Bracco propuso que Rosario finalmente cuente con un reservorio unificado y de acceso público, y para ello, que sea en formato digital, con convenios para nutrirlo de archivos desde diversas entidades de la ciudad.

El martes próximo se debatirá en la comisión de Gobierno en el Concejo este proyecto que propone crear el “Reservorio y Archivo Digital de la Documentación Histórica de Rosario”, con el objetivo de nuclear la digitalización, conservación, organización y difusión del acervo documental histórico.

Bracco destacó el momento del proyecto, cuando “justamente la ciudad celebra el Tricentenario". Con ello, busca "posicionar a la ciudad como referencia en preservación y acceso abierto a la memoria histórica”.

Su formulación en formato digital requerirá de maquinaria específica de archivos digitales que adquiera el municipio, y para ello, su lugar natural será el Museo de la Ciudad Wladimir Mikielievich el cual conserva los mapas más antiguos de la ciudad, y es el centro municipal que se dedica a la historia rosarina.

Una vez registrados los archivos, se podrá garantizar la conservación, optimizando los procesos de preservación, clasificación y acceso, mejorando el uso de los recursos públicos, y reduciendo los riesgos de deterioro, el grave problema que ocurre con los archivos físicos, con el cual lidian todos los investigadores.

El historiador Mario Glück comentó en una charla sobre la historia rosarina que ésta se encuentra “diseminada por diversos reservorios públicos y privados”, por lo que, dependiendo de la suerte, se encontrará o no alguna documentación sobre el tema que se quiera investigar, al no haber una clasificación ni digitalización unificada del acervo.

La autora del proyecto explicó que descubrió por casualidad sobre esta falta, y entonces pensó la propuesta: “Ocurrió que una vez tenía que averiguar la fecha de fundación del Mercado de Productores para un proyecto de ordenanza y no sabía dónde más buscar, a pesar de que buscaba sobre un hecho de los años 60, no tan lejano de estos 300 años de la ciudad. Ahí me di cuenta de que estaba faltando archivística”.

Fue entonces que se arrimó al Museo de la Ciudad: “Me mostraron cómo trabajan y me contaron que tenían dificultades para conservar sus archivos. Si quieren digitalizar los planos de la ciudad (que conservan varios muy valiosos), no cuentan con la maquinaria especial para hacerlo. A partir de esa visita, pensé este proyecto para que se ponga en valor, y se puedan adquirir otras herramientas para digitalizar los archivos de toda la historia de la ciudad, y ponerla al alcance de las generaciones futuras”.

La idea es que el archivo funcione en el ámbito del museo, aunque no se requiere espacio físico para esto, sí la tecnología idónea. “Va a reunir registros públicos, documentos oficiales, fotografías, mapas, planos y publicaciones. Y la idea es que los propios vecinos puedan alcanzar sus archivos familiares, que muchas veces tienen cosas valiosas y no saben adónde llevar. Mucho material fílmico que se fue perdiendo en los últimos 50 años, y lo que hay fue conservado por los realizadores. Con este proyecto, una vez que se digitaliza, queda toda la información a la posteridad”, destacó.

Un objetivo similar tiene el Instituto de Estudios Críticos en Humanidades (Iech), que depende de Conicet Rosario y de la Universidad Nacional de Rosario, ya que desde hace años sus investigadores y becarios trabajan en la digitalización de la historia desde este lugar litoral del mapa, en una búsqueda de democratizar el conocimiento. Justamente los investigadores del Iech colaboraron con el Museo de la Ciudad en varios proyectos, y uno de ellos fue en torno a la digitalización de los mapas de los orígenes de la ciudad, algunos de gran formato, con cámaras fotográficas Full Frame para un enfoque óptimo en todos los puntos de cada mapa.

Seguir el espíritu y el legado de Vladimir

El Museo de la Ciudad lleva el nombre de Vladimir Mikielievich en homenaje al hombre que gran parte de su vida la dedicó a acopiar y conservar la memoria histórica de la ciudad. Era historiador, periodista, estadístico y coleccionista, y su archivo documental y bibliográfico hoy forma parte del acervo público en dicho centro cultural municipal: la más vasta colección de documentación y principal fuente pública de la historia de Rosario sobre el período 1920-1990.

A Mikielievich le importaban mucho las políticas de conservación documental, y era consciente de que la destrucción de documentos históricos en instituciones siempre ocurrió. Pero también hablaba de la necesidad de subsanar esa falta recuperando y archivando. En un texto suyo recuperado por investigadores del Iech, reza un racconto suyo sobre el asunto: "Así, vimos eliminados definitivamente los repositorios documentales del movimiento portuario y aduanero, que eran diligentemente conservados desde la creación de la aduana local a mediados del siglo pasado; la dispersión de parte del archivo de los tribunales provinciales del que se entregó por acordada del Tribunal la parte 'Causas criminales' a una entidad católica; y la pérdida total del archivo de la 3ª sección escolar, trasladado a la ciudad de Santa Fe y depositado en un local con techumbre deteriorada y plagado de roedores, que pronto causó su pérdida total".

En el orden municipal, continuó el historiador de la ciudad, "también se dispersó el espléndido Archivo Municipal, a consecuencia de la demolición del Mercado Central en 1962, en cuya planta alta, sobre la calle San Juan, se conservaba perfectamente ordenado el valioso material. Se lo trasladó a los depósitos de Suministros y Almacenes, desde donde pasó una parte, que se consideró sin valor, al papel en desuso periódicamente vendido en licitación privada a acopiadores proveedores de la Celulosa Argentina".

En la ordenanza que comienza a debatirse establece que el Archivo Digital incluirá:

Registros públicos y documentos oficiales históricos emitidos por el municipio. Fotografías, mapas, planos y registros visuales relevantes para la historia de la ciudad. Publicaciones, informes y estudios relacionados con la evolución del área urbana, cultural y social. Un glosario de archivos digitales o físicos que no pertenezcan al Estado municipal, ni hayan firmado convenios, sean públicos o privados, siempre que se encuentren en la ciudad o sean de alcance nacional, y cuyo registro esté vinculado con la historia de nuestra ciudad. Y se prevé que esté bajo la gestión y supervisión de la Secretaría de Gobierno, en coordinación con la Secretaría de Cultura y Educación, pero contará, a través de los convenios, con la participación de instituciones de investigación académica, educativas escolares y superiores, culturales y de la sociedad civil.