El hermano de María Florencia González, la peluquera asesinada frente a su hijo el pasado sábado en el barrio Empalme Graneros, apuntó contra la “complicidad policial” que tiene Paola, la vecina que vende drogas en la cuadra de Cavour al 5600 (ex 2500)  donde ocurrió el ataque, quien permanece prófuga. Agregó que  los hijos de la víctima se van a mudar a la casa de su padre porque no quieren estar más en esa zona. 

Pablo González recordó que el viernes, un día antes del homicidio, un sicario en bicicleta baleó el búnker de Paola, quien  salió de su domicilio y amenazó a María Florencia al hacerla responsable de la presencia policial por un llamado al 911 que ella no había realizado. “Vos me llamaste a la Policía, ya la vas a pagar”, contó que le dijo la dealer a su hermana. 

“Puede ser que se estén peleando por la zona, que hayan apretado a Paola para que venda para otra banda. Ella es cocainómana, está totalmente ida, siempre se maneja a los gritos. Ahora no está más en su casa, dejó a su mamá”, añadió. 

Pablo señaló que la presencia de agentes federales en ese lugar, que es su sector asignado, “se ven en postas momentáneas”. “Ves grupos de cuatro o cinco que caminan con el teléfono, están un rato y se van. Ya les agarraron el tiempo”, aseguró. 

“Acá no salen a matar policías. No somos Colombia. Si vivís a metros de alguien que vende drogas estás ligado a una bala, lamentablemente. Qué casualidad que nunca encontraron nada (en ese búnker). Hay complicidad policial”, indicó al hacer referencia a dichos del fiscal Franco Carbone que el pasado lunes contó que la Policía no había detectado “maniobras compatibles con venta de droga” en el domicilio de Cavour al 5600 sindicado por todo el vecindario como un kiosco de estupefacientes.

Además, informó que el hijo de María Florencia está próximo a ser dado de alta después de evolucionar favorablemente del disparo que impactó en una de sus piernas. “Por cinco centímetros no lo dejó inválido. Vio todo”, remarcó.