El Concejo Municipal de Rosario aprobó, en su última sesión ordinaria del 2024, el pliego del tratamiento de residuos domiciliarios. Se trata del contrato que ya había vencido en 2022 y desde ese momento viene funcionando con prórrogas anuales, la última vencerá en marzo del 2025.

El nuevo pliego fija un precio por tonelada de residuo de 40.000 pesos, un plazo de contrato de 72 meses (6 años), con opción de 2 años de prórroga; e incluye el tratamiento de gases, además de líquidos, variante que no ocurre con el contrato vigente.

Entre los puntos fuertes del nuevo contrato, desde el oficialismo destacaron que apunta a reducir las emisiones un 23% en el año 2030 con el tratamiento de biogás del relleno sanitario. También busca captar metano para su quema y la generación de energía eléctrica, evitando así la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera. “Esto tiene como beneficio la reducción del impacto ambiental, mayor calidad en el tratamiento de los residuos, generación de energía limpia, promover la sostenibilidad y lucha contra el cambio climático”, destacaron.

Esto último fue valorado por la concejala Verónica Irizar del bloque Socialista. “Tiene como innovación la captación del biogás para energía renovable. Volvemos a poner una prueba piloto con recuperadores informales de recolectores de residuos en la ciudad, incorporamos información sobre la cantidad de toneladas que se disponen mensualmente y un informe anual como lo propone el Taller Ecologista. Habrá cuatro inspecciones anuales”, precisó la edila socialista.

Por su parte, el presidente de la comisión de Ecología y Ambiente, Julián Ferrero, de Ciudad Futura, anticipó que serán críticos del pliego enviado por el Ejecutivo municipal aunque resaltó los aportes realizados para poder mejorarlo. “Logramos incorporar la prueba piloto, los controles ambientales y aspectos vinculados a la información”, marcó. “No hay estrategia exitosa que se lleve adelante de reciclado sin la incorporación de los recicladores y cooperativas de reciclado”, agregó.

En el pliego, el municipio especuló con que en total ingresarán a la planta de tratamiento 22 mil toneladas mensuales de basura para su disposición final. Para Ferrero es necesario trabajar en bajar esa cantidad, tarea que a su entender debe obligatoriamente llevarse a cabo junto a recicladores, e impulsar políticas de precios que favorezcan a las arcas públicas.