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19:18:59 03/09/2024

Luego de la muerte de un argentino por viruela del mono piden especial cuidado a grupos de riesgo

La muerte de Santiago Molina, un joven de 28 años oriundo de Córdoba, quien se contagió viruela del mono en México y falleció en ese país luego de sufrir distintas complicaciones por la enfermedad, causó conmoción.

Si bien en la Argentina el número de casos no es alto, en esta nueva emergencia mundial, los especialistas piden que las personas con comorbilidades estén mucho más atentas a la prevención y a realizar una consulta rápida ante los primeros síntomas.

Aunque en este momento no hay pacientes sospechosos, la vigilancia en Rosario continúa para detectar posibles infectados, darles apoyo médico y aislarlos a tiempo para evitar que se siga propagando.

Aunque no hay un tratamiento específico para esta enfermedad viral el control médico adecuado y el seguimiento pueden evitar desenlaces fatales. Molina, según informaron personas allegadas, era portador de VIH. Estuvo internado dos meses. "Se complicó su sistema respiratorio, su parte pélvica, genital y otras zonas más”, había contado a mediados de agosto su madre Claudia Follin, a los medios cordobeses.

El caso llama la atención ya que la mortalidad por viruela del mono, sobre todo con la primera variante, que es la que circula en la Argentina es baja, sin embargo, en algunos pacientes que tienen enfermedades de base puede ser grave. Personas con el sistema inmunológico deprimido (por otras dolencias o tratamientos) tienen que tener mayor cuidado aunque las recomendaciones valen para todos.

La viruela del mono es una enfermedad prevenible.

En Rosario se está haciendo vigilancia en salud pública para detectar a tiempo esta enfermedad. Durante 2022, ante el primer alerta de la OMS sobre la expansión de esta virosis, hubo 15 contagios de pacientes rosarinos, todos con antecedentes de viaje o contacto directo con personas que habían estado en el exterior. En 2023 no se registraron casos y ya son dos los diagnosticados en lo que va del 2024, cuando la entidad mundial lanzó una nueva alarma.

Desde Epidemiología municipal informaron que "es una enfermedad que provoca malestar generalizado, como una gripe, y las lesiones, que aparecen en distintas partes del cuerpo, pueden ser dolorosas y picar, por eso muchas veces se interna a estos pacientes, no porque uno considere que están graves pero sí para brindarles alivio frente a los síntomas".

Una vez que las lesiones van cediendo las personas suelen evolucionar bien, como sucedió hasta ahora con los rosarinos que se contagiaron.

Como puede confundirse con otras enfermedades es importante hacer una consulta precoz ante la aparición de signos compatibles con la viruela del mono, en especial si la persona estuvo en el exterior o si se relacionó con gente que volvió de viaje.

La viruela del mono (o viruela símica, también llamada Mpox) es una enfermedad endémica en África, conocida desde 1970. "Sabíamos de su existencia pero nos era lejana", mencionó Lahitte. En 2022 se empezó a dar un incremento en ese país y en Europa central. Al poco tiempo del alerta de la OMS aparecieron los primeros casos en Argentina.

El contagio es por contacto estrecho. No se transmite por aerosoles, como el Covid. En España, por ejemplo, se contagiaron médicos que tocaron las lesiones. Y lo mismo suele pasar con los chicos. Sin embargo, la mayoría de los pacientes la contrajo por mantener relaciones íntimas con personas que estaban infectadas.

La vigilancia epidemiológica se está profundizando en aeropuertos y fronteras terrestres y se pide a la población que viaja que esté atenta a los síntomas ya que puede comenzar como un síndrome gripal, aumento del tamaño de los ganglios y la aparición, luego, de ampollas o vesículas que suelen comenzar en genitales y luego se extienden al rostro, tronco, y casi todo el cuerpo.