"¿Otra vez robaron en el Sala?". La pregunta sonó lamentablemente en las calles de barrio Saladillo, al sur de Rosario, desde el domingo hasta hoy. Es que desde diciembre a este fin de semana ya robaron tres veces el Club Saladillo Rosario, ubicado en Arijón 159, desde 1910 lo que lo convierte en uno de los 32 centenarios de la ciudad. Y así esta histórica entidad aurinegra no se subió a un podio deportivo si no al de los clubes de barrio más robados en la ciudad en los últimos meses.

Esta vez rompieron la alarma de secretaría y la dejaron sonando, pero eso no impidió que se alzaran con una notebook, un matafuego, dos televisores led, estabilizadores, mercadería y utensilios del buffet.

La denuncia se radicó, como siempre, en la comisaría 15ª donde el domingo, ante el llamado de los directivos, les dijeron que habían pasado "muchas horas desde la madrugada" (el robo fue a las 4) y pidieron que ellos se llegaran a la seccional. En tanto los vecinos, una vez más, compartieron sus cámaras y aseguran que siempre, en cada atraco, se ve al mismo hombre, con barba y capucha.

"Este es un club que se sostiene a pulmón", dijo el presidente, Adrián Toledo, a la cabeza de la entidad de más de 700 socios. Es una sede de tres canchas (una al aire libre semitechada por ser patrimonio histórico), una techada con piso de parquet y tribunas y otra canchita auxiliar; vestuarios, baño y buffet, más un camping con pileta (que se usa solo en verano porque tiene rota la caldera) y parrilleros. Un lugar donde las escuelas del barrio (Víctor Mercante, Juramento a la Bandera, Nº 649 y Centro Educativo Vida) practican educación física y esos chicos se suman a los socios quienes con más de diez profesores realizan múltiples prácticas deportivas: vóley, básquet, acrobacia en tela, gimnasia artística y patín. Toda una comunidad de niños, jóvenes y adultos.

"El año pasado, tras el primer robo, hicimos un baile para recaudar dinero y levantamos una pared para asegurar el ingreso al club, pero nos faltaría cubrir más un portón. No es fácil en estos tiempos recaudar: tenemos rejas, alarma, ahora renovarla nos costará mucho", lamentó la secretaria del Sala, Mayra Mercatante , si bien detalló que la entidad recibió 320 mil pesos desde el municipio y la provincia que se invirtieron en iluminación para las canchas.

La directiva dijo que en el primer robo de diciembre perdieron 6 inodoros y 5 canillas de los baños, que al otro día hubo que reponer o quedaba sin actividad el club", dijo Mercatante.

Luego vino el segundo robo: "Rompieron las cerraduras y se llevaron televisor y mercadería del buffet, que ya padeció robos hormiga de guirnaldas y reflectores: todo durante la madrugada".

En esto de que la inseguridad llega al club de madrugada coincide Ramiro Rivero, quien está al frente del buffet; un ex pivot de básquet del club y también profe de las inferiores.

"Tengo 36 años y nunca sucedió esto en el club. Acá la gente se olvida celulares; los chicos, ropas y mochilas, se dejan las bicis, pero nunca falta nada. En cambio a la noche la cosa se pone brava. En los videos de los vecinos se ve siempre lo mismo, que ingresa un hombre por calle Serrano y se va hacia parque Sur, seguramente lo acompañan otras personas, pero la seguridad no depende de los vecinos", dijo el buffetero quien estudia para ser chef y en los dos últimos robos se quedó sin los cuchillos profesionales que ya le costará reponer.

Al club se acercaron concejales y legisladores provinciales. Desde la dirección aspiran que se refuerce la seguridad con más patrullaje. "Nosotros no podemos pagar un sereno, hasta la alarma habíamos llegado, pero ni eso resultó", dijo la secretaria que con el resto de la comisión ya se arremangaron y pusieron manos a la obra para volver a recuperar lo perdido en un club que integra el puñado de clubes centenarios de la ciudad.