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Subsidios al transporte: ¿federalismo o centralismo?
Las imágenes de la desembocadura del arroyo Ludueña saturada de botellas plásticas y otros tipos de residuos se repiten con frecuencia. La postal es lamentablemente y habitual: un río de botellas, animales muertos y materia fecal. Pese a las limpiezas que se realizan en la zona, el problema persiste. Ante esta situación, que consideran que está "al borde del no retorno", organizaciones socio-ambientales y vecinos autoconvocados exigen la conformación del Comité de Cuenca.
Desde la Intersectorial por el Arroyo Ludueña, quienes trabajan por "la conservación y regeneración de sus ecosistemas" reiteraron su preocupación ante la ausencia de políticas públicas y recordaron que hay un marco normativo para poder actuar.
“Denunciamos que nunca se conformó el Comité de Cuenca para el arroyo Ludueña, sancionada por Decreto Provincial 2375 en 2010 y que se está incumpliendo el programa de «Recuperación Provincial de la calidad de los cuerpos de agua superficiales»”, señalaron.
A través de un comunicado, sostuvieron que el Comité de Cuenca "debería componerse ampliando esta mesa con representantes del gobierno provincial, Aguas Santafesinas y autoridades de municipios y comunas involucradas en toda la cuenca". "Debe ser un espacio donde se puedan congregar todos los saberes y aportes, de vecinos y vecinas y organizaciones socio-ambientales y de la sociedad civil en general, así como también de la Universidad Nacional de Rosario", agregaron.
En el escrito, también expresaron sus dudas sobre los monitoreos en la zona del arroyo que comprende a Rosario por parte de la Municipalidad. También destacan el incumplimiento de la Ordenanza de Preservación de Humedales Urbanos aprobada por el Concejo local.
Además, aclararon que, según la nueva ley de aguas 13740 de Santa Fe, el agua es un bien de dominio público, por lo que la norma establece una nueva política hídrica provincial que se apoye en una gestión participativa y garantice el derecho a la información pública tanto como la participación ciudadana en decisiones regulatorias de alcance general y de gestión.
En ese sentido, aseguraron que cuentan con estudios sobre la calidad del agua “cuyos resultados son preocupantes”.
Por último, mencionaron algunas de las problemáticas que identifican como "complejas". Entre ellas aparecen: la contaminación detectada por la Fiscalía en el Shopping Fisherton Mall, Aeropuerto Internacional de Rosario y Barrio Privado Rosario Golf Club, la contaminación de los barrios que no cuentan con red de cloacas, las nuevas construcciones y urbanizaciones, además de la pérdida de biodiversidad que generan en el territorio, incrementan la impermeabilización del suelo acelerando el crecimiento del arroyo y aumentando la probabilidad de inundaciones aguas abajo y las obras que están tapando la desembocadura.
También se refirieron a las obras hidráulicas desordenadas y sin planificación integral a escala cuenca, como las canalizaciones, drenajes de lagunas y terraplenes, afectando los reservorios naturales y las vías de escurrimiento del agua, aumentando los riesgos de inundaciones, la ausencia de control y fiscalización por parte del Estado a las industrias y establecimientos privados en la zona, que estarían contaminando con sus desechos el arroyo, la insuficiente gestión de residuos plásticos que terminan en la cuenca, proveniente tanto de barrios circundantes como también a través de zanjas y canales y el uso de agrotóxicos en la cuenca del arroyo.