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Subsidios al transporte: ¿federalismo o centralismo?
La ola de enfermedades respiratorias que siempre se espera para junio se adelantó este año a mayo en Rosario, pero ya está disminuyendo. Las consultas a empresas de urgencias médicas solo subieron un 15% en las últimas dos semanas, con cuadros mayormente leves, y en el ámbito público hubo un incremento de atenciones en niños, aunque el sistema viene respondiendo bien a la demanda. No descartan que vuelva a dispararse con la llegada de fríos más agudos.
Los llamados para recibir atención domiciliaria privada crecieron levemente por la irrupción de una ola de cuadros con dolores de garganta, virosis leves y diarrea, pero el sistema no ha sido tensionado. Si bien subieron un poco las atenciones, no hay un aumento en la demora de la llegada de los médicos a domicilio, que sigue en el promedio habitual de dos o tres horas.
Es que desde hace 15 o 20 días han venido aumentando los casos de cuadros respiratorios, pero no constituyeron un pico de mucha tensión en la estructura de respuesta. Por eso, desde las firmas que prestan el servicio aseguran que el incremento progresivo de la demanda es todavía manejable, a diferencia de lo que se vio en Buenos Aires, donde las bronquiolitis y cuadros de espasmos bronquiales en niños saturaron el sistema.
Esa situación aún no se tradujo en la ciudad, donde todo se viene dando dentro de lo esperado y puede ser atendido en el marco de los tiempos habituales. “El promedio está dentro de las 2 a 3 horas, dependiendo del momento del día, y los cuadros que venimos viendo en todo este tiempo están relacionados con dolores de garganta, virosis leves o diarrea”, comentó Ariel Torres Morales, director médico de URG (Urgencias).
“Lo venimos siguiendo, hemos hablado con los pediatras. Te diría que en las últimas 2 o 3 semanas ha habido un aumento del 15% pero no es muy relevante”, apuntó. El médico dijo que venían monitoreando en detalle la evolución en CABA y el AMBA, donde el pico de bronquiolitis produjo un fuerte aumento de las consultas.
En cambio, en Rosario la mayoría de los cuadros han sido leves, por lo que los pacientes tampoco han elevado tanto la cantidad de llamados, y no se han visto cuadros graves en niños. “Nos llama la atención que no hubo un aumento de atenciones durante el mes de junio, que es cuando lo esperábamos”, admitió Torres Morales.
De todos modos, dijo que se mantienen alerta, analizando la situación y esperando la llegada más cerca del principio de las temperaturas bajo cero. “Estamos viendo y monitoreando. Después del Covid se modificó todo. Esperemos a que llegue el frío fuerte”, apuntó.
En cuando al ámbito público, desde el municipio comentaron que en junio se han vivido semanas de mucha intensidad en la cantidad de consultas, en general ambulatorias, pero el sistema está respondiendo. Según el secretario de Salud, Leonardo Caruana, hubo un adelantamiento con alta ocupación de camas en mayo, sin saturación, pero se observa una disminución de la demanda en los últimos siete días.
Hoy la ocupación ronda entre el 80% y el 85%, especialmente camas neonatales y pediátricas. “Se trata de niños y niñas a los que no les alcanza la atención para irse a su casa, y que además tienen que estar varias horas en internación transitoria, una cama general o en camas críticas”, explicó.
En ese sentido, Viviana Esquivel, directora del Hospital de Niños Víctor J. Vilela, informó que hubo un aumento de la demanda por virosis respiratorias, especialmente por el virus sincitial respiratorio que afecta a los pacientes más pequeños, menores de un año. “Generalmente se espera el pico para la semana 24 del año, pero este año se adelantó a la semana 20. Por el momento hay una pequeña disminución de las consultas, y el hospital está con el 80% de ocupación de camas”, explicó.
Ahora, aguardan para ver si hay otro pico en las últimas semanas de junio y las primeras de julio, como ha sucedido otros años. La Municipalidad trabaja articuladamente con la Asociación de Sanatorios y Clínicas de Rosario para asegurar que nadie se quede sin una cama por más que en algunos casos se extiendan un poco las esperas.
Desde la provincia coincidieron en ese diagnóstico. "Desde el 15 de mayo al 4 de junio fue nuestro pico de bronquiolitis en toda la provincia, hubo un adelantamiento. Todos los cuadros de bronquiolitis se precipitaron en esas tres semanas epidemiológicas, la 19, 20 y 21. El 89% de las consultas se lo llevaron las enfermedades respiratorias y la gran mayoría de esas infecciones respiratorias agudas eran menores de 18 meses con bronquiolitis", aportó Mónica Jurado, directora del Hospital de Niños Zona Norte.
Pasada esa espiga, en la semana que corre, la 24, se vio un pequeño alivio, el sistema no se estresó y se notó también en la internación, en aquellos niños que requieren oxigenoterapia, que son justamente los más pequeños. Según su análisis, teóricamente podría esperarse otra espiga con el comienzo del invierno, por lo que monitorean cómo se van desempeñando los virus respiratorios en las semanas entrantes.
En este marco, recordaron que es muy importante completar el esquema de vacunación del calendario obligatorio, y también la vacuna antigripal, porque ya está circulando el virus Influenza.