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Subsidios al transporte: ¿federalismo o centralismo?
Rusia aseguró que derribó ocho drones ucranianos lanzados contra Moscú y su región en un ataque sin precedentes, poco después de que Rusia lanzara tres olas de bombardeos contra Kiev, la capital ucraniana, en 24 horas. Es el primer ataque aéreo de cierta consideración que sufre la capital rusa desde el inicio de la guerra, el 24 de febrero de 2022. Los drones sobre Moscú solo causaron daños menores en algunos departamentos. “El régimen de Kiev ha elegido aterrorizar a Rusia e intimidar a los rusos”, dijo el presidente Vladimir Putin. Kiev ha recibido masivos ataques con drones y misiles pesados de parte de Rusia, 17 en lo que va de mayo. Ucrania negó estar detrás de los ataques contra Moscú. El gobierno estadounidense de Joe Biden dijo que Washington no avala ataques a territorio de Rusia.
Varios drones cayeron durante la mañana en barrios de edificios de departamentos de Moscú, causando estupor en la población. “Estábamos todos durmiendo, eran las 4 de la mañana. De repente hubo dos explosiones y se activaron las alarmas de todos los coches”, contó Maxim, un hombre de 40 años que vive cerca de donde cayó uno de los aviones no tripulados. En este año y tres meses de guerra contra Ucrania, la población rusa se acostumbró a ver la guerra solo por televisión, a diferencia de los ucranianos, que sufren la invasión rusa en su propia piel. Por esto, el leve ataque con drones resultó casi traumático.
El Ministerio de Defensa ruso denunció un “ataque terrorista” de Ucrania y afirmó que neutralizó los ocho drones con sus baterías de defensa antiaérea. La caída del sistema de GPS que se verificó en Moscú en simultáneo con el ataque seguramente se debió a la "guerra electrónica" de Rusia contra los drones, los que usualmente se guían por ese sistema satelital estadounidense.
El alcalde de Moscú, Serguei Sobianin, informó que dos personas resultaron heridas leves en el ataque, que causó “daños menores en varios edificios. Todos los servicios de emergencia de la ciudad fueron activados. Nadie resultó seriamente herido hasta el momento”, escribió Sobianin en Telegram.
La operación ofensiva se da cuando Rusia ha multiplicado los bombardeos sobre Kiev y otras ciudades ucranianas con sus misiles y drones. Pocas horas antes, Rusia había lanzado hasta 11 misiles pesados Iskander sobre la región de Kiev. Pero también aumentan las operaciones hostiles en territorio ruso. La semana pasada se produjo una llamativa incursión de milicianos rusos disidentes en la región de Belgorod, fronteriza con Ucrania. Kiev no ha reivindicado ninguno de ellos. Los milicianos se replegaron hacia Ucrania. Su operación no tuvo gran valor militar, pero demostró la permeabilidad de la vigilancia fronteriza rusa, en especial en un sector tan crítico como el de Belgorod, que es la retaguardia logística de muchas unidades que combaten en territorio ucraniano ocupado.
Putin dijo que los ataques fueron una respuesta a un reciente bombardeo ruso contra el cuartel general de los servicios de inteligencia militar ucranianos. Ucrania no informó de un ataque ruso contra este edificio. Se asegura que Putin estaba "indignado" cuando escuchó las alarmas y disparos de la defensa antiaérea sobre Moscú. El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso tildó el ataque de “irresponsable” y acusó a las potencias occidentales del asalto por apoyar a Kiev.
En Washington, un vocero del Departamento de Estado norteamericano aseguró que Biden no apoya “los ataques dentro de Rusia”. Es por esto que no ha suministrado armas de largo alcance, pese a los insistentes pedidos de Kiev. Lo mismo vale para la reticente aceptación de que otras naciones entreguen, en un futuro aún por definir, cazas F16 de construcción estadounidense a Ucrania. Esta nación siempre subraya que no desea atacar el territorio de Rusia, sino solo liberar el suyo del ocupante. Pero desde el punto de vista militar, un ataque de las bases logísticas de retaguardia rusas, ubicadas en territorio ruso, tienen mucha lógica. No, en cambio, un ataque de drones sobre Moscú, que solo tienen valor propagandístico.
Ucrania prepara una contraofensiva para recuperar los amplios territorios ocupados por Rusia en el este y sur del país. Mijailo Podoliak, consejero del presidente ucraniano Volodimir Zelenski, aseguró que Ucrania no tenía ningún “vínculo directo” con el ataque en Moscú.
Poco antes del anuncio del ataque con drones en Moscú, Ucrania informó de un muerto en un nuevo “ataque masivo” contra Kiev en la noche, el tercero en 24 horas. La Fuerza Aérea ucraniana informó que Rusia lanzó contra Ucrania 31 drones de fabricación iraní Shahed-136/131 de los cuales 29 fueron derribados, “casi todos cerca de la capital y en el cielo de Kiev. Una persona murió, una mujer mayor fue hospitalizada, dos víctimas recibieron cuidados médicos en el lugar”, precisó el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko. Una serie de misiles rusos se abatieron sobre Kiev en pleno día,sembrando el pánico en las calles, tras otra noche de bombardeos. Muchos habitantes se cobijaron en refugios subterráneos, sobre todo en el metro. En Kiev y en numerosas ciudades ucranianas, las explosiones forman parte del día a día de los habitantes. Rusia lanzó este lunes 29 una ola de misiles pesados Iskander, que llevan una carga explosiva de casi 500 kg. Ninguno llegó a su objetivo, pero los restos de estos enormes cohetes causaron algunos daños en su caída.