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19:30:38 30/11/2022

Hallan aguantadero de armas y drogas frente a la subcomisaría 21ª, en barrio 7 de Septiembre

Durante la mañana del martes se realizaron tres allanamientos en el marco de la investigación por un homicidio ocurrido en octubre pasado en el barrio Industrial. En ese contexto hubo tres personas detenidas, pero ninguna quedó ligada al crimen investigado. Lo llamativo fue que en una de las viviendas allanadas la policía encontró gran cantidad de drogas listas para la venta al menudeo y varias armas: todo a metros de la subcomisaría 21ª.

El barrio 7 de Septiembre es uno de los más afectados por la violencia urbana en Rosario. Territorio de conflictos por la venta de drogas, escenario de homicidios y epicentro de reclamos vecinales por políticas de seguridad efectivas. Tiene una seccional policial, la subcomisaría 21ª, ubicada en Ayala Gauna al 7951, que también es blanco de reclamos cuando se registran hechos violentos en sus alrededores. Y que, luego de episodios como el de este martes, queda en el ojo de una tormenta que nunca amaina. En el marco de una serie de operativos relacionados a la investigación de un crimen ocurrido en octubre en barrio Industrial, la policía allanó una vivienda ubicada frente a la seccional y en su interior encontraron gran cantidad de droga fraccionada para la venta y varias armas. Las evidencias de que allí funcionaba un punto de expendio del narcomenudeo, un entramado que deberá investigar la Justicia Federal y podrá esclarecer si se ejercía con anuencia de la seccional.

Jorge Ricardo Franco, de 65 años, fue asesinado el 13 de octubre pasado en pasaje Franco al 2000, barrio Industrial en su límite con Ludueña y Empalme Graneros. Se trata de un enclave de la venta de drogas al menudeo y las disputas violentas que se sostienen a su alrededor. Un territorio del noroeste rosarino que en lo que va de 2022 acumuló más de 40 crímenes, la mayoría por un conflicto entre dos grupos que responden a Los Monos y a Esteban Alvarado. Franco era el padre de un hombre investigado como transero cuentapropista en una chatarrería de la zona que según investigadores ambas bandas habían planeado atacar.

En el marco de la investigación por ese crimen, el fiscal de Homicidios Alejandro Ferlazzo pidió que se allanaran tres viviendas en búsqueda de sospechosos y material de interés para la causa. Los procedimientos se realizaron la mañana del martes. Uno fue en Einstein al 6200, una casa de barrio Ludueña en la que se secuestró un revolver sin numeración y un cartucho cargado con municiones calibre 32, por lo cual una persona quedó demorada. Otro operativo se realizó en un departamento de alquiler temporario en la zona macrocentro de Cerrito y Roca. Un punto que para los investigadores funcionaba como un aguantadero de armas, y aunque en el allanamiento el resultado en ese sentido fue negativo hubo dos detenidos que intentaron escapar por los techos.

El tercer domicilio allanado fue en Ayala Gauna al 7950, frente a la subcomisaría 21ª del barrio 7 de septiembre. En esa vivienda el personal del Grupo de Infantería de Respuesta Inmediata (Giri) de la policía provincial halló material ligado a la venta al menudeo de drogas. A saber, según el registro de lo secuestrado: casi 2 kilos de cocaína entre un ladrillo, una bolsa con trozos y 700 dosis; y 800 gramos de marihuana divididos en un ladrillo y 200 paquetes para la venta minorista. También secuestraron armas: una ametralladora de fabricación casera calibre 9 milímetros, una pistola calibre 45 y una calibre 22, un revolver calibre 38 y uno calibre 32, todas con sus cargadores y varios proyectiles.

En la vivienda fue identificado un hombre de 34 años, Flavio Martín C., con domicilio a unos 600 metros de ese lugar. Quedó detenido y por el hallazgo de la droga fue notificado el Juzgado Federal en turno. Entre los investigadores del caso predominó el asombro por el funcionamiento de un búnker o un aguantadero a escasos metros de una subcomisaría.

Los vecinos de 7 de Septiembre gritan a los 4 vientos su punto de vista sobre los hechos de violencia en el barrio y el rol de la seccional en la zona. "La comisaría no existe, no hay patrullaje y las balaceras son todos los días", dicen los vecinos. También llamaron la atención sobre un grupo de personas que hacían movimientos vinculados al narcomenudeo a metros de la comisaría: "Arman las bolsitas con droga en el playón detrás de la misma seccional".

Según los vecinos, la vida en el barrio se modificó a partir del incremento de hechos violentos relacionados a disputas entre bandas pero que exponen a todo el vecindario. "Las banditas no nos piden peaje para trabajar, pero tenemos que cerrar temprano y perdemos plata", contaron.

Tres días antes se había confirmado el fallecimiento de un chico que había sido baleado tiempo atrás. Franco Lautaro Guassardo tenía 22 años y murió en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez luego de agonizar una semana producto de varias heridas de bala. Lo habían acribillado en Tarragona y Martínez de Estrada. A 150 metros de un aguantadero de drogas y armas, y a la misma distancia de la sub comisaría 21º.