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12:07:42 20/11/2022

Alimentos: márgenes de hasta 242 por ciento en la cadena de comercialización

En Santa Fe un aceite de 1,5 litro se pagó en octubre $ 779,90 en el canal minorista, mientras que el mayorista lo vendió a $ 405,35 y la industria a $ 236,89. La diferencia entre los dos primeros eslabones de la cadena fue del 71%. De ahí, el salto al consumidor final fue del 92,4%. Así lo precisó el último informe del Observatorio de Precios de la provincia. No obstante, el precio final bajó 3,56% respecto del mes anterior.

Por otra parte, el kilo de harina de trigo 000 costó $ 58,94 para la industria, se elevó a $ 138 en el mayorista y a $ 167,45 en el canal minorista. El consumidor pagó 8,10% más que el mes anterior. Mientras, un kilo vivo de carne se pagó $ 302 al productor, el frigorífico vendió la media res a $ 641 por kilo y en la carnicería, la costeleta salió a $ 1.106,44 el kilo. En este caso, el precio final bajó 0,81% mensual.

En medio de un panorama inflacionario complejo, algunos productos comienzan a mostrar alguna desaceleración. Por caso, la consultora LCG midió en la tercera semana de noviembre un incremento del 0,56% en el precio de los alimentos, el porcentaje más bajo registrado desde la última semana de junio. La entidad también destacó que “por primera vez en el año, todas las categorías presentaron aumentos menores al 2% semanal”.

Monitorear los márgenes de la cadena de valor contribuye a definir estrategias para moderar el impacto de la suba de precios. A eso apunta la Secretaría de Comercio Interior de Santa Fe con la creación del observatorio. Su titular, Juan Marcos Aviano, subrayó su utilidad. “Por ejemplo, vemos alguna dificultad en lenteja porque fracasa la cosecha y va a haber que importar seguramente; si ves el precio de la lenteja en el primer eslabón está más caro que en el mayorista, vamos a tener aumento en los próximos meses producto de que no va a haber”, relató.

Sobre las bajas porcentuales que mostraron algunos productos, Aviano lo atribuyó a “una situación de reacomodamiento”. En los productos de más necesidad, observó, “hay menor marginación entre los eslabones”.

El estudio del Observatorio de Precios de la provincia precisa que, en productos de almacén, el aceite de girasol de 1,5 litro presentó una variación del sector de industria a mayorista del 71%, y del 92,4% desde esa base a la góndola y la polenta por 500 gramos varió 55% entre industrias y mayoristas. Los precios de los fideos secos Spaghetti por 500 gramos subieron 30,18% desde el comercio mayorista al minorista. Las lentejas presentan la siguiente secuencia en la cadena comercial: 48% de la fábrica al proveedor y 4,34% desde ahí al comercio minorista. La harina 000 por kilo varió 134% del molino al mayorista, desde donde subió otro 21,34% hasta el mostrador.

En frutas y hortalizas, las variaciones de precios de productores hasta el rubro minorista fueron las siguientes: la papa negra presentó una variación del 113,25%; la calabaza varió un 124,75%; el tomate redondo un 152,42%; la zanahoria significó un aumento del 172,82% y la naranja implicó una suba del 153,79%.

Sobre productos lácteos, esa misma trayectoria fue la siguiente: el precio del sachet de leche por litro tuvo un aumento del 242%; el de la manteca por 200 gramos de 78,18% y la crema de leche de 200 centímetros cúbicos, del 66,77%.

El precio de la carne picada común viajó de la siguiente manera: entre el campo y el frigorífico cargó 112,25% más y desde allí hacia la carnicería varió 15,25%. En el caso de la pulpa, la variación minorista del 103,1% y, en el de las costeletas, del 72,6%.

Aviano también comentó que para el año que viene está la idea de empezar a estudiar los costos de producción, logísticos de algunos productos y luego empezar con avisos al consumidor.

El próximo martes la provincia participará de un encuentro con el secretario de Comercio, Matías Tombolini, para la puesta en marcha del Observatorio de Precios a nivel nacional. “Nos parece un elemento central porque como entidad nacional tiene más herramientas, se puede trabajar de otra manera, con una mesa de trabajo, lo nuestro es más de estudio e información. Esperemos que se conforme con la idea de estudiar y analizar pudiendo cruzar todo, Afip, Banco Central. Esperemos empezar a trabajar en los costos de los principales productos”, indicó Aviano.

El funcionario provincial se mostró esperanzado de que las provincias productoras de alimentos puedan aportar datos y generar un sistema de información que sirva para tomar decisiones de políticas públicas, de regulaciones, subsidios, cuestiones tributarias.

“Es hora de empezar a abordar eso, se va a tener más información para intervenir en el buen sentido de la palabra”, resaltó el funcionario santafesino.