El titular de la delegación local del gremio de docentes privados (Sadop), Martín Lucero, se mostró a favor de dar una discusión respecto a la iniciativa de agregar una hora más de clase en el esquema diario escolar, pero remarcó que "la cantidad no asegura calidad educativa". Señaló como ejemplo el caso de Finlandia, un país modelo en materia educativa, donde tienen 650 horas de clase contra las 720 que ostenta Argentina. También deslizó que este esquema, de implementarse, habilitaría a dar una nueva discusión salarial en el ámbito docente.

"Hay que aclarar que los sindicatos no hemos sido consultados de esta decisión, más allá de los dichos del ministro. En principio uno no quiere cancelar la discusión sobre si tiene que haber más carga horaria en la escuela. Eso puede ser algo muy bueno. Sí tengo reparos respecto de la implementación de esto a mitad del ciclo lectivo", aclaró Lucero respecto a la iniciativa que impulsa el ministro de Educación Jaime Perczyk para recuperar, en parte, el ciclo perdido durante la pandemia de coronavirus.

En ese sentido, opinó: "Uno supone que estas modificaciones radicales requieren un diagnóstico, una planificación, una ejecución y una evaluación posterior. Por eso no me parece que a mitad de año sea el momento indicado para cambiar la jornada escolar. No se trata de mayor cantidad de horas, sino de qué vamos a dar en esas horas".

Al igual que el dirigente de Amsafé Rosario, Gustavo Terés, Lucero puso como ejemplo a Finlandia, modelo educativo que todos los gobiernos usan de ejemplo. "Ellos tienen 650 horas de clases contra las 720 que tiene Argentina. Entonces la realidad es que cantidad no asegura calidad. Por eso debemos discutir qué se enseña, cómo se enseña y con qué elementos se enseña", precisó.

En tanto, Lucero apuntó los inconvenientes logísticos y de organización nivel familiar que no estarían tenido en cuenta a partir de esta medida. "Más allá de la cuestión laboral docente, que invita a una discusión y agenda paritaria, hay que entrar una hora más temprano y salir una hora después con todos los inconveniente de movilidad que eso implicaría. Porque la vida social se construye alrededor del horario escolar, es muy complejo el tema y adolece de planificaciones", cuestionó.

"Hay que dar la discusión, pero si terminamos improvisando terminamos cancelando algo que podría ser bueno", insistió.