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Subsidios al transporte: ¿federalismo o centralismo?
El presidente Alberto Fernández reconoció la dura interna que atraviesa el Frente de Todos por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el rumbo económico del gobierno y mandó un mensaje al oficialismo. “Cuando me propusieron estar a cargo sabía que iba a tener que tomar decisiones y esperaba que me acompañaran y no me acompañaron", cuestionó.
Entrevistado por El Destape radio, Fernández indicó: “No todos pensamos igual. Lo que creo que no podemos hacer es darnos el lujo, por la causa que sea, narcisismos, egoísmo, política, de desunirnos".
"De mi parte no esperen un solo gesto que rompa la unidad. Yo no soy títere de nadie. Ha quedado demostrado que tengo diferencias, pero yo actúo con mis convicciones. Yo escucho a todos, pero el presidente soy yo y el que tiene que tomar las decisiones soy yo", planteó el primer mandatario.
Y añadió: "Yo valoro a Máximo y a Cristina, esto no va a en detrimento de nadie, pero no existe la presidencia colegiada. Yo escucho a todos, pero la decisión la tengo que tomar yo".
"He dado todas las peleas que he tenido que dar; no lo hago a los gritos, pero no soy moderado, soy un tipo que tiene estos modos. ¿Cuál es la revolución, la épica de las derrotas? ¿Qué hubiera pasado si caíamos en default?", preguntó Fernández.
Por otro lado, el jefe de Estado consideró que no siente que las diferencias en el Frente de Todos “sean terminales”.
"Me sentiría muy mal si por nuestras diferencias le abrimos paso a la derecha, que hizo un daño incalculable", agregó.
En tanto, Fernández insistió con el concepto de “guerra contra la inflación” y apuntó contra los empresarios. "Los ciudadanos argentinos son mi ejército y enfrente están los especuladores", sostuvo.
El Presidente dijo que va a "poner todo" su "esfuerzo para poner orden en los precios en la Argentina en un momento donde está todo desordenado" producto de la guerra en Ucrania, y advirtió que "si el diálogo no funciona", no le "va a temblar el pulso" para tomar medidas.