La decisión del gobierno nacional de liberar la exportación de la vaca (conserva y manufactura) a la República Popular China generó alivio en el sector. Si bien aún falta conocer lo que se conoce en la jerga como “letra chica”, teniendo en cuenta que aún no fue publicado decreto alguno en el Boletín Oficial, desde la cadena cárnica consideran que se logró un avance importante que descomprimirá la situación agobiante generada a partir de los enormes daños causados en todos los eslabones.

“Es una lástima que se haya demorado tanto la decisión porque se podría haber hecho mucho antes a los fines de evitar tantos perjuicios”, indicó una importante fuente industrial de la provincia. De todas maneras, reconoció que los frigoríficos santafesinos “seguramente tendrán un repunte”, fundamentalmente aquellos que dependían de la exportación al gigante asiático. 

“Con esta medida habrá mayor flujo económico y movimiento para estar más próximos a las 200 horas mensuales para el trabajador, incrementando su sueldo básico y empezando a contar con premios por producción y productividad, que en la industria exportadora son habituales e importantes”, explicó. 

Cabe recordar que en los últimos dos meses, a partir del intervencionismo oficial, se activó la cláusula denominada “garantía horaria” a través de la cual cada empleado percibió el equivalente a 140 horas trabajadas, teniendo en cuenta que muchas plantas debieron “resignar” un día de trabajo por semana. No hubo despidos como algún gremio salió a decir en su momento, sino que se adoptaron algunas medidas para tratar de evitar esa situación. Así, además de la cláusula mencionada, se dieron períodos de vacaciones al personal que contaba con días por tomarse, a los fines de descomprimir y resistir en un escenario adverso.

Con el anuncio del Gobierno, el sector se muestra expectante dado que el próximo fin de semana largo podrían ya retomar su operatividad habitual, con fuerte impacto en el bolsillo del trabajador. Pero también el aliciente pasa por alcanzar los valores de exportación que se registraron en la primera parte del año (de enero a mayo). “Esto es una cadena y cuando empieza el engranaje, se mueve para todos, por eso insistimos tantos con la necesidad de tener previsibilidad y certidumbre”, confió otro industrial. 

Si bien la medida oficial ha sido catalogada por el sector en general como un importante avance, también es real que para el escenario ideal todavía falta porque se mantienen las restricciones para exportar sobre los siete cortes tradicionales, situación que al menos hasta el 31 de diciembre se mantendría.

De todas maneras, la decisión será sin dudas una bocanada de aire para la industria, que se las ha ingeniado para mantener las plantas abiertas con gastos y costos operativos importantes, a pesar de haberse resentido fuertemente la actividad.

El productor también tendrá otro horizonte al contar con la posibilidad de “sacarse de encima” esas vacas rudimentarias, a los fines de disponer con liquidez para reponer su plantel de animales. Como confiaron algunos empresarios a este medio, si hay más certidumbre, la cadena responde”.

Fuente: Eco 365