El presidente Alberto Fernández se presentó a la Justicia por voluntad propia a raíz de la causa por la reunión en la Quinta de Olivos donde un grupo de personas festejó el cumpleaños de la primera dama, Fabiola Yáñez, durante la fase más restrictiva de la cuarentena por la pandemia de coronavirus. Mientras tanto, el fiscal imputó a Fernández, a la primera dama y al resto de los invitados.

La medida dispuesta el jueves por el fiscal Ramiro González implica que el mandatario será objeto de una investigación penal por violar el decreto que él mismo había firmado y establecía el aislamiento social y prohibición de reuniones sociales, entre otras medidas, para impedir la introducción o propagación del virus.

Sin la compañía de su abogado patrocinante, Gregorio Dalbón, Fernández propuso donar la mitad de su sueldo durante cuatro meses al Instituto Malbrán para cubrir, según se indicó en un comunicado, "la reparación del daño potencial que se hubiere causado" con la fiesta del 14 de julio de 2020, que se conoció a través de fotos y videos que se filtraron más de un año después de que ocurriera.

El mandatario se presentó en el juzgado criminal y correccional federal 7, secretaría 13, por vía electrónica, y desde Casa Rosada remarcaron que Fernández se representará a sí mismo.

De aceptarse la donación (deberá tener la aprobación de la Fiscalía y ser homologado por el juez), sería en total de 630.518 pesos, ya que el sueldo del presidente es de $315.259.

Fernández hizo la presentación mientras el fiscal González preparaba la imputación contra el presidente y todos los participantes del encuentro, con el material gráfico, el video y las planillas de ingresos y egresos en la Quinta de Olivos como prueba.

El jefe del Estado se adelantó y se presentó por voluntad propia, pero poco después se conoció la imputación por violar las normas contra el Covid-19.

La justicia inició una pesquisa a principios de agosto, cuando trascendió públicamente una fotografía de Fernández junto a Fabiola Yáñez y una decena de personas sin barbijo ni distancia social adecuada, parado ante una mesa donde se pueden observar los restos de una celebración en la residencia presidencial de Olivos.

El gobierno reconoció que la fotografía fue tomada el 14 de julio de 2020, en momentos en que regía una estricta cuarentena desde marzo y que recién se flexibilizó por distritos a partir de agosto. Fernández pidió disculpas públicas por el hecho.