El ministerio de Seguridad de Santa Fe propuso una nueva forma de trabajo: instalar tres unidades operativas en el norte, el sur y el oeste del departamento Rosario para así tener un control y prevención sobre delitos tales como balaceras y organizaciones delictivas, situaciones que serán abordadas con una inteligencia criminal previa. El trabajo de calle y las incidencias y denuncias al sistema 911 se seguirá manejando desde la Unidad Regional II, pero se intenta que el control sobre los territorios sea ejercido por estos comandos, que tendrán a disposición los análisis previos de cómo se desarrolla el delito en esas zonas geográficas.

Los comandos tendrán un jefe por cada uno y un jefe general. La fecha tentativa de ejecución de esta modalidad es antes de que termine agosto y en el transcurso del fin de semana se decidirán los nombres de los responsables policiales. Asimismo el ministro Jorge Lagna se reunirá con el fiscal general Jorge Baclini este fin de semana para coordinar tareas en conjunto con el Ministerio Público de la Acusación.

El anuncio fue hecho en un acto realizado este jueves. El ministro Lagna se ocupó de lanzar un operativo de alta complejidad, lo que se denomina comúnmente un plan de saturación policial, en distintos barios y localidades cercanas a Rosario. “Este es uno de los operativos de saturación que llevamos a cabo usualmente y los vamos a intensificar en los lugares donde nuestros investigadores nos están diciendo que la violencia y los delitos con balaceras, se están produciendo”.

Unos doscientos efectivos entre fuerzas de la Brigada Motorizada, Tropa de Operaciones Especiales, Policía de Acción Táctica y Agrupación Cuerpos escucharon los planes y el objetivo que les transmitió el subsecretario de prevención y control urbano, Emilio Mongia, para luego partir desde las instalaciones del Museo del Deporte, de Ayacucho al 4800, hacia distintos barrios y localidades como Cabin 9, en Pérez; la zona de la costa y barrios del oeste de Villa Gobernador Gálvez; y hacia Ibarlucea. Según trascendió podrían realizarse el fin de semana distintos allanamientos: “La idea es que además de controlar y patrullar se realicen algunas acciones puntuales”, sostuvo un funcionario de primer nivel del ministerio.

En lo que hace a los comandos el ministro Lagna resaltó que “el Operativo de Alta Complejidad (OSAC) abarca las zonas más conflictivas de Rosario. Los tres nuevos Comandos de Operaciones Metropolitanos estarán en zona sur, zona norte y oeste. Este va ser un gran comando que se va a ocupar de las zonas más conflictivas de la periferia para adentro. Sabemos que necesitamos recursos y para eso el mes que viene vamos a estar entregando 216 camionetas más para la policía y que un número importante va a ser afectado a este comando; esto requiere de más presencia policial y para eso vamos a sumar a fines de noviembre unos 700 hombres que egresan del ISeP y también estamos en proceso de licitación para sumar 400 patrulleros más para las unidades regionales más importantes. Estamos en marcha, sabemos que es difícil pero con más recursos, más herramientas y más formación sabemos que es el camino para bajar los índices de violencia y profundizar la prevención del delito”, remarcó.

“La novedad es que hemos encarado otra actividad operacional y que es la creación de un Comando Metropolitano del Gran Rosario, que se va a dividir en una sección Sur que va desde Villa Gobernador Gálvez hasta Fighiera, otra zona Norte, desde Baigorria hasta Ibarlucea, y otro en zona Oeste que empieza en Pérez y termina en Álvarez; estas tres unidades van a trabajar con un jefe y van a contar con fuerzas combinadas como la Policía de la agencia de Seguridad Vial, la Motorizada, Infantería, laUnidad Regional y las PAT, este es un cambio que espero que nos dará prontos beneficios en lo que hace a la prevención y represión del delito”, destacó el ministro.

En cuanto a los menores reclutados por el delito como “tiratiros” o para oficiar como “soldaditos” en el universo del narcomenudeo; el ministro subrayó que: “Esto no es un problema netamente policial, es un problema de Estado, con la pobreza y la falta de expectativas, estos chicos son víctimas que mueren jóvenes al tomar un camino equivocado. Muchas veces son adictos, y esto es una cuestión sanitaria. Estamos trabajando en estos temas en la zona de Grandoli y Gutiérrez y en el barrio Municipal. Es un drama que merece un enfoque multidisciplinario. Los tres Estados deben trabajar en conjunto, no es sólo violencia barrial, detrás hay lavado de dinero y varios delitos de guante blanco”.

El ministro destacó, en todas sus declaraciones que para atacar al delito, “que muta permanentemente” hay que poner la mira también en la “adquisición de tecnología, en las nuevas escuelas de policía que se instalarán en la provincia y en la inversión en recursos tanto materiales como humanos”.