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Subsidios al transporte: ¿federalismo o centralismo?
En lo que va del año se agudizó la crisis de la actividad comercial y de servicios en Rosario, con un 14,8 por ciento de locales desocupados sobre un total de 9.253, es decir dos puntos más que en diciembre de 2020. Los negocios más afectados son los ubicados en los shoppings y en el área central, donde las tasas de vacancia superan a la media de la ciudad (con porcentajes cercanos al 19 y el 16 por ciento respectivamente), mientras los centros comerciales a cielo abierto de los barrios responden mejor a las extraordinarias circunstancias impuestas por la pandemia, sobre todo los de Tiro Suizo (en el sur), Empalme Graneros (en el noroeste) y Echesortu (en el oeste), cuya tasa de locales vacíos ronda el cinco por ciento.
Así lo determina un estudio que realizó en junio el Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario en conjunto con la Facultad de Ciencias Económicas y Estadística de la UNR, y que fue presentado este viernes con la participación del rector de la UNR, Franco Bartolacci, y el secretario de Desarrollo Económico y Empleo de la Municipalidad, Sebastián Chale. Este segundo relevamiento sobre locales comerciales vacíos en pandemia (el anterior data de diciembre de 2020) permite advertir que en general se profundizó la vacancia, aunque la situación varía en el territorio e incluso al interior de cada categoría, es decir shoppings, negocios del área central y de los barrios.
En ese sentido el Portal Rosario, emplazado en el norte de la ciudad, es el paseo comercial más afectado mientras que en el centro la peor parte se la llevan las galerías tradicionales (a pesar de que se recuperaron un poco en comparación con el segundo semestre del año pasado, representan el ámbito más golpeado en esa zona). A su vez, de los siete centros comerciales a cielo abierto, los de Fisherton y Mendoza Oeste cayeron notablemente en su nivel de ocupación.
Las restricciones sanitarias, la inflación, el crecimiento del desempleo, las nuevas formas de consumo y la retracción en cuanto a la circulación de personas durante el último año y medio son algunos de los factores que explican esta foto. De todos modos, Rosario no está tan mal en el contexto nacional, ya que se calcula que la tasa de vacancia prepandemia rondaba el nueve por ciento. Desde que se impuso la primera cuarentena en marzo de 2020, esa cifra se duplicó en promedio en el país, de acuerdo a estimaciones de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (Came).
El presidente del Colegio de Corredores, Andrés Gariboldi, apuntó que la mayoría de los locales ociosos en la ciudad son de pequeñas dimensiones y no grandes superficies.
Mencionó que el mercado inmobiliario exhibe valores competitivos en cuanto a los alquileres, de hecho los precios en su mayoría han disminuido, a pesar de que el factor sanitario todavía impide el regreso pleno a la actividad. En otras palabras, habría un repunte cuando cesen las limitaciones al horario bancario, a la circulación en algunos momentos del día e incluso al trabajo presencial, con la consiguiente ocupación de oficinas.
Chale, desde la Municipalidad, también se mostró optimista. “Complemento este informe con el de indicadores económicos que publicamos esta semana: la ciudad duplica el promedio nacional acumulado en enero/junio. Eso es algo que no ocurría y ratifica una afirmación que hacemos siempre: Rosario cuando hay crisis cae muy rápido, pero cuando la macroeconomía empieza a repuntar también crece muy rápido, producto de la inversión privada y de la capacidad emprendedora de la ciudad y de la región”, dijo el funcionario y subrayó: “Aunque todavía estamos en un contexto de incertidumbre, empezamos a tener números positivos”.
En ese sentido, los locales que sí están ocupados se dedican principalmente a la venta de indumentaria, productos textiles y alimentos, seguidos por aquellos en los que se brindan servicios de cuidado personal y belleza (desde farmacias y herboristerías a peluquerías y gimnasios).