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Subsidios al transporte: ¿federalismo o centralismo?
Los comerciantes lo necesitaban para sacar la cabeza de abajo del agua, y la fecha trajo oxígeno para todos. Los sectores comerciales de la ciudad redondearon una buena semana de ventas por el Día del Padre, con mucho movimiento de personas pero tickets modestos. Tanto el centro, como los barrios y también los shoppings, que habían logrado la habilitación sobre el filo de la fecha, trabajaron bien, aunque tampoco se produjo ningún despilfarro. La visión general es que sirvió para tapar agujeros, pero no para salir del pozo todavía.
En la previa, hubo muchas promociones bancarias con varias tarjetas de crédito (que acapararon la mayoría de las ventas) que ayudaron a mover el mercado, y también aparecieron descuentos especiales para despabilar una economía frágil que no levanta en el contexto pandémico. El horario extendido hasta las 19 en el centro y centros comerciales, y hasta las 20 en la periferia sirvió, porque repartió a lo largo de la semana la posibilidad de venta y permitió que no se aglomeren los consumidores.
La fecha es importante, al igual que el Día de la Madre y Navidad, porque se mueven todos los rubros, no solo los específicos, que en este caso es el hombre: los clientes van buscando regalos y de paso también aprovechan para comprar otros productos, cerrando un círculo virtuoso que beneficia a todos, no solo los que venden indumentaria, perfumería o electrónica, que suelen condensar los artículos y productos elegidos. Por eso, con luces y sombras (y algunos reclamos), el balance en general fue positivo.
“Se vendió de todo”, comentó Nelson Graells, de Amigos de la Peatonal Córdoba, que calculó el ticket promedio en unos 3 mil pesos en sus tiendas de ropa. El referente destacó que gracias a las horas que ganaron en apertura, no hubo amontonamientos. “Hubo colas, pero siempre con protocolos y distancia”, marcó. Miguel Rucco, del paseo comercial calle San Luis, coincidió: “Nos fue bien, teniendo en cuenta que veníamos de tener restricciones y limitaciones que condicionaban el normal funcionamiento de los comercios, y nos sirve para emprolijar algunas cuentas que venían postergadas,inclusive aguinaldos que tenemos que pagar en poco tiempo”, describió.
Regalería e indumentaria deportiva, fueron los mejores rubros, y la venta promedio se ubicó en 700 pesos en esa zona. Las tarjetas anduvieron bien, pero perciben que los clientes tienen los saldos ya al límite: “La pasan y no tienen fondos, porque la usan para otros gastos prioritarios como el alimento”, apuntó. En esa línea, Rucco aclaró que todavía “no es suficiente para enderezar el barco”, porque las deudas contraídas durante el año pasado fueron muchas: postergando pago de impuestos, cuotas de créditos, y la aparición de juicios laborales.
Desde la Asociación Empresaria de Rosario fueron, también, cautos: el presidente Ricardo Diab detalló que en el centro empezó a haber movimiento ya desde el lunes, y los rubros que más se destacaron fueron ropa informal, artículos para el hogar y de uso personal. Sin embargo, dijo que esperaban más, porque la venta en líneas generales, excepto algunos casos particulares, estuvo muy por debajo de 2019 que es la referencia que toman. “Siempre está la expectativa de que nos vaya mejor porque hubo mucha promoción. Pero dadas las circunstancias del país, y cómo estamos, estaba la posibilidad de que así fuera, por lo que tampoco extraña demasiado”, aceptó.
En los shoppings, el movimiento fue bueno pero no se llegó ni cerca al tope del aforo permitido, que en otros momentos si hubiera ocurrido, y no hubo colas en ningún momento. “Fue positivo, ayuda a compensar este semestre”,evaluó Guillermina Gasparini, gerenta de Relaciones Institucionales del Alto Rosario. En cuanto a rubros, indumentaria y calzado masculino y femenino, y electro fueron los que mejor anduvieron.
Gasparini destacó que los clientes demostraron estar entrenados y ser muy respetuosos de los protocolos. Sin embargo, admitió que “hubiera venido muy bien ir hasta las 20 porque cerrábamos el shopping en el momento en el que más gente había”. Además, aprovechó para recordar que buscan habilitar la gastronomía, aunque sea al aire libre en el plato central, y el entretenimiento que es algo que considera va a ocurrir pronto, teniendo en cuenta que en Buenos Aires ya está permitido.
“Nuestra intención es sostener la estructura y los empleos. Las ayudas del Estado vienen, pero llegan en cuentagotas y solo a algunos sectores”, se quejó Miguel Rucco, presidente del paseo comercial calle San Luis. El comerciante afirmó que todos los protocolos se cumplieron durante la previa del Día del Padre, como distanciamiento en las colas, límite de aforo en los locales, uso de tapabocas y lavado de manos con alcohol, porque necesitan que no vuelva a haber restricciones. “Nos estamos cuidando. El comercio no soportaría ningún retroceso en su funcionamiento, ni condiciones en el horario de apertura y cierre”, aseguró.