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Subsidios al transporte: ¿federalismo o centralismo?
Para poder cuantificar la cantidad de viviendas ociosas que hay en Rosario, el concejal Eduardo Toniolli presentó una iniciativa legislativa que propone crear un registro municipal de casas y departamentos deshabitados, y además elcobro extra de un 50 por ciento sobre la tasa general de inmuebles (TGI). De acuerdo a este proyecto, el dinero resultante de esa medida sería destinado, a través de créditos del Banco Municipal, para familias que alquilan.
Toniolli remarcó que “Rosario tiene más casas sin gente, que gente sin casa”, y precisó que “hay 55 mil familias rosarinas que alquilan la casa o departamento donde viven, y hay 80 mil unidades habitacionales vacías, como resultado del proceso de financiamiento de la vivienda que se dio en las últimas décadas, marcadas por las inversiones en ladrillos con fines especulativos”.
De acuerdo a la perspectiva del edil, “esto generó que la vivienda pasara de ser un bien social a una mercancía, provocando una distorsión en el circuito inmobiliario y un aumento sistemático de los alquileres”.
El autor de la iniciativa subrayó que “se trata de un fenómeno que se va acentuando”, y puntualizó que “en los últimos 10 años, el número de casas y departamentos vacíos aumentó alrededor de un 20 por ciento”. Y enfatizó: “Por todo esto, es necesario que el Estado disuada determinadas conductas, en este caso la tenencia con fines especulativos, tal como se hizo en su momento con la ordenanza 9144, que dispuso una sobretasa para baldíos que se encuentran en suelo industrial”.
En ese sentido, explicó que “lo primero que proponemos es la creación del registro municipal de viviendas ociosas, que serviría como herramienta para ejecutar políticas de fondo”.
Toniolli advirtió que mediante “el cruce de datos con la Empresa Provincial de la Energía (EPE), la Municipalidad puede fácilmente determinar si una vivienda está ocupada. Si durante 6 meses, el inmueble no registra consumo energético, pasaría a catalogarse como ocioso”.
Y amplió: “Proponemos implementar, a la par del registro, una sobretasa del 50 por ciento en la TGI a las viviendas que sean consideradas ociosas. Eso representaría una recaudación extra aproximada de 352 millones de pesos anuales, que podría destinarse a fortalecer los créditos que otorga el Banco Municipal para familias que alquilan, o a la compra de terrenos destinados al Fondo Municipal de Tierras, para el desarrollo de programas de construcción de viviendas”.
En ese marco, Toniolli confió que “esta acción se apoya en la experiencia de legislaciones similares vigentes en Francia e Inglaterra, y también en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por medio de su Instituto de la Vivienda”.
Cruces y polémica
La iniciativa de Toniolli generó un ámbito de contrapuntos y cuestionamientos en la arena política rosarina. El concejal, Agapito Blanco, expuso fuertes críticas al proyecto que avanza en el Concejo. “Es impracticable y anti constitucional. No respeta la propiedad privada. Desalienta la inversión inmobiliaria que genera miles de puestos de trabajo, y no resuelve absolutamente nada”, exclamó.
“Si la política no pudo resolver el problema de la vivienda en Argentina en décadas, la culpa no la pueden tener los propietarios. Desde mi punto de vista, la inversión en construcción es virtuosa y no especulativa. Por eso, la tomamos como una pésima iniciativa”, resaltó Blanco.
Ante esas declaraciones, Toniolli refutó: “Que el constitucionalista Agapito Blanco le avise a Horacio Rodríguez Larreta, porque está impulsando una normativa similar en CABA, a través del Instituto de la Vivienda”.