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Subsidios al transporte: ¿federalismo o centralismo?
La Municipalidad de Rosario suspendió por 10 días las actividades en los salones de fiesta que habían sido habilitados a trabajar como bares en el marco de la pandemia de coronavirus, según lo indicó el secretario de Desarrollo Productivo, Sebastián Chale.
La semana pasada, los salones de fiesta comenzaron a abrir como bares. Una conocida empresa de catering, en un importante salón de zona norte, realizó eventos durante tres noches consecutivas de este fin de semana. Con la organización de la firma Martha Cura, el emblemático Posta 36 abrió el viernes, sábado y domingo, de 19 a 0, con cupo limitado de 190 personas y entrada anticipada. Sin embargo, algunos cuestionamientos de vecinos y la necesidad de readaptar algunas puntos inherentes a protocolos y habilitaciones hicieron que el municipio tomara esta determinación provisoria de suspender actividades.
Chale confirmó que la suspensión por 10 es una medida "provisoria" y que tiene que ver "con una adecuación normativa".
El funcionario explicó que el lunes se conoció un decreto nacional con algunas modificaciones sobre el particular pero destacó que también "había un decreto provincial vigente y nosotros teníamos esta autorización especial desde el 22 de julio, por lo tanto cambiaron muchas condiciones en el medio. La suspensión era necesaria hacerla más allá de lo que se habló alrededor del tema. Nos parece necesario darle una mano a los salones de fiesta pero no todos son iguales y la primera demostración empírica del funcionamiento de uno de ellos nos demostró algunas cuestiones que hay que atender, como la capacidad, la estructura, la forma de comercialización de tickets, que obviamente los distingue de un bar y un restaurante", se explayó el secretario de Desarrollo Productivo.
"Habrá varias reuniones de trabajo, nos contactamos con algunos de ellos y estaremos ajustando protocolos y también alguna adecuación normativa para estar en línea", agregó.
Chale explicó luego que el funcionamiento de los salones de fiesta que ya obtuvieron el permiso para funcionar como bares, son 15 en Rosario y dos con su pedido de habilitación en espera, "es dispar. No todos esos salones trabajan de noche, hay algunos que trabajan con modalidad diurna y que incluso se han adaptado con modalidad de vianda. Y no todos tienen espacio al aire libre, y ahí está la primera cuestión. A su vez hay una demanda de los salones de ofrecer algo distinto para poder convocar. A diferencia de un bar, uno para ir a un salón lo piensa mucho. Queremos que sea algo claro y que lo sea para ellos y queremos tomar el mayor resguardo porque este es un paliativo que podemos ofrecer ante la proliferación de fiestas clandestinas".