Ya es oficial. El gobierno nacional y la AFA resolvieron que todos los equipos de primera división vuelvan a los entrenamientos el lunes 10 de este mes. Se tomó esta decisión luego de la reunión que mantuvieron en la Casa Rosada las autoridades del gobierno y los dirigentes de la asociación. Del cónclave participaron el ministro y el jefe de Gabinete de Salud, Ginés González García y Lisandro Bonelli; el jefe de Gabinete nacional, Santiago Cafiero, y Matías Lammens, ministro de Turismo y Deportes, mientras que en representación del ente del fútbol argentino estuvieron el presidente, Claudio Tapia, y Víctor Blanco, secretario general. Central y Newell's estaban pendientes de la reunión entre las máximas autoridades sanitarias y futbolísticas del país, donde finalmente se decidió que los equipos regresen luego de casi cinco meses de parate a causa de la pandemia de coronavirus.

Luego de mucho diálogo en la reunión y tras analizar las necesidades de todos los planteles del fútbol argentino, el gobierno nacional finalmente autorizó que los planteles masculinos y femeninos de la primera división y Tigre regresen de manera escalonada: el lunes 10 volverán los equipos de primera junto con Tigre, el único del ascenso que disputa la Copa Libertadores de América. El lunes 2 de septiembre es la fecha acordada para que comiencen a practicar los planteles de la segunda categoría. Al comienzo sólo podrán hacer trabajos físicos divididos en grupos de hasta seis futbolistas, tal como establece el protocolo sanitario que la AFA y el Ejecutivo nacional también terminaron de pulir en la reunión en la Casa Rosada.

Las próximas dos semanas serán determinantes para aceitar el cumplimiento del protocolo sanitario. Si bien cada club tendrá que adaptar a sus propias necesidades el documento aprobado, hay cuestiones comunes a todos los clubes: que los futbolistas lleguen cambiados a los centros de entrenamiento, que haya alcohol y material sanitizante disponible, que mantengan el distanciamiento social y usen barbijos o tapabocas, y que compartan el menor tiempo posible en los vestuarios. Los clubes y la AFA deberán definir cómo llevarán adelante una cuestión central como los testeos.