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Subsidios al transporte: ¿federalismo o centralismo?
"El precio de la nafta no baja ni va a bajar", aseguró el titular de la Cámara de Estaciones de Servicio, Garages y Afines de Rosario (Cesgar), Daniel Giribone, en alusión a la abrupta caída que experimentó el valor del barril de petróleo a nivel mundial. Además advirtió que el sector registró una caída de las ventas que ronda entre un 85 y 90 por ciento desde que comenzó el aislamiento, motivo que pone en peligro las fuentes laborales en el sector, en medio de la pandemia de coronavirus.
Actualmente, el precio de la nafta de la petrolera YPF en Rosario, para mencionar un ejemplo, es de 58,03 para la nafta súper; 64,95 para la premium (Infinia) y 60,14 para el diésel. Esos importes fueron actualizados por última vez a partir diciembre pasado tras las elecciones nacionales, aunque luego se les aplicó un mínimo porcentaje vinculado a un impuesto.
Luego, entre la secretaría de Energía y las entidades del sector acordaron congelar los precios y establecer un valor de "barril criollo" para no fluctuar los precios del mercado ante la cotización del dólar. De esta manera, los precios van a continuar así hasta fin de año.
"El precio no baja ni va a bajar porque nosotros nos regimos por el barril de crudo criollo, que no bajó pese a los precios internacionales. De hecho estimamos que vamos a tener los precios congelados hasta fin de año", sentenció Giribone respecto a la cotización de las naftas pese a la merma del consumo a causa del aislamiento social, preventivo y obligatorio y a que el petróleo alcanzó por primera vez en la historia un precio negativo.
A raíz de esa situación, el directivo sostuvo que hay mucha producción y muy poca demanda y que por lo tanto "la destilería de Shell detuvo la producción porque tienen stock para trabajar sin necesidad de producir", mientras las otras destilerías están analizando la situación.
"Podemos demostrar que hemos tenido una caída importante de las ventas, que ronda entre un 85 y 90 por ciento de lo que vendíamos hasta el 20 de marzo", reveló Giribone, para agregar que están trabajando con la mitad del personal. Eso trajo aparejado la capacidad ociosa de los empleados ya que los shops de los surtidores también permanecen cerrados.
"El artículo 223 bis ley de contrato de trabajo nos permite reducir el sueldo a los empleados. Pero entendemos que nuestros empleados también están mal", razonó el directivo al ser consultado por eventuales suspensiones o despidos.
Una realidad empírica es la que graficó sobre el servicio nocturno, al asegurar que "de los 12 despachos expendidos" entre las 22 y las 6 de la mañana, "nueve corresponden a las motos de deliverys".
El plano nacional
Por su parte, el titular de Cámara de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (Cecha), Gabriel Bornoroni, admitió que el sector de expendedores de combustibles “está muy complicado” por el impacto de la cuarentena.
“Nos afectó gravemente, porque hoy estamos vendiendo un 90 por ciento menos, fuimos declarados servicios esenciales, tenemos abiertas las estaciones al ciento por ciento, pero vendemos solo el 10 por ciento y mantener toda la infraestructura con los sueldos de nuestro equipo de trabajo nos deja en un desequilibrio total para seguir adelante”, alertó en declaraciones a Perfil.
El directivo indicó que existen actualmente en todo el país 4.830 estaciones de servicio, y anhela a que sigan siendo esa la cantidad de surtidores cuando pase la crisis por la pandemia de coronovirus.
“El gobierno empezó con las ayudas lo cual es bien recibido, lo que le pedimos al gobierno nacional es que nos trate como a todas las pymes con medidas como diferir el pago de cargas sociales, reducción de 95 por ciento en las contribuciones, créditos a tasa cero para sueldos, lo que queremos es que las medidas que vayan para las pymes, se orienten también para las estaciones de servicio”, amplió.