Para el Ejecutivo municipal el pedido de suba de la tarifa del boleto (de 3,60 pesos a 4,80) tiene “sólidos argumentos”. Así lo aseguró ayer la secretaria de Servicios Públicos, Clara García, al decir que “es una cifra razonable” si se tienen en cuenta tres aumentos indiscutibles: el del combustible, el del valor de las unidades y el del costo financiero. Además, la funcionaria dijo que el desfasaje del valor del pasaje, que “es anterior al de la última suba aprobada por el cuerpo legislativo en diciembre”, provoca “un quebranto de 700 mil pesos por día en el sistema”.

Como si eso fuera un dato insuficiente brindó algunos números comparativos. Recordó, contestando por elevación a algunos concejales críticos al aumento, que en la ciudad de Córdoba, de gobierno radical, “ya se aprobó una suba de 5,30 pesos y, en Buenos Aires, a principios de año, el aumento por parte del gobierno nacional “fue del 70 por ciento. Sin la tarjeta Sube, cuesta 5 pesos en los primeros tres kilómetros”, dijo.

   El mensaje al Concejo que este viernes elevó la intendenta Mónica Fein proponiendo subir la tarifa del transporte contó inmediatamente con la desaprobación de varios concejales, entre ellos el radical Jorge Boasso, quien advirtió que su bloque no votará esa suba. También se manifestó crítico el edil del PRO Rodrigo López Molina, quien dijo que el aumento “es inviable, porque el servicio es muy deficitario”.

Y con el mismo tenor habló el concejal del Partido Justicialista, Osvaldo Miatello: “En tres meses un aumento del 50 por ciento es imposible de votar”.

   Ante este escenario las cosas para el oficialismo están complicadas ya que sobre 24 voluntades en el recinto, el Frente Progresista cuenta con sólo 8 votos y necesita al menos 4 para un desempate.

Pero, posiblemente, para no dar por perdida la discusión por anticipado fue la propia secretaria de Servicios Públicos quien salió al cruce de las críticas ayer y remarcó uno a uno los argumentos del pedido de aumento.

   “Hoy tenemos una diferencia entre costo y tarifa de 1,42 peso por pasaje, si consideramos que un día hábil nos acercamos a 500.000 boletos, el quebranto que resulta es de 700.000 pesos por día hábil en el sistema. Entendemos que hay que defender el bolsillo del usuario, pero también entendemos que este déficit financiero hace que las empresas se endeuden y descapitalicen, o sea, no invierten, y se pone así inevitablemente en peligro el servicio”, aseguró García.

   Al hablar de los aumentos que motivaron el pedido de suba, la funcionaria remitió directamente al proyecto de ordenanza enviado al Concejo y basado en el último estudio de costos. El documento dice en sus primeros párrafos: “El precio promedio del combustible (ponderando litros de cupo subsidiado con litros a precio mayorista) pasó de 2,35 pesos a 3,30 pesos, registrando una variación del 40%. El precio promedio de las unidades pasó de 971.000 pesos a 1.216.000 pesos, registrando una variación del 25%, y los costos financieros generados por compra de unidades pasaron de 1.650.000 pesos a 2.200.000 pesos, lo que implica una variación del 33%”.

   Cuando se le preguntó qué decía sobre las críticas de los ediles, prefirió no personalizar las respuestas porque dijo confiar en que “nadie puede desconocer los tres aumentos (combustible, unidades y financieros)”. Y agregó: “No es verdad que el servicio sea deficitario. Aumentamos la flota de 740 a 760 unidades; de ese total, 295 colectivos tienen aire acondicionado y muchos son articulados o tienen rampa para personas discapacitadas. Además incorporamos el servicio Cuándo llega, que ya cosecha 120 mil consultas gratuitas diarias”.

   Finalmente, dijo que hay quejas de “mirada corta”. Y se explayó. “Cuando el Concejo aprobó la última suba ya había un desfasaje de 80 centavos y, además, cuando el colectivo costaba 3,20 pesos, el valor de una unidad era de 727 mil pesos y hoy cuesta 1.216.000 pesos, el salto fue entonces del 60 por ciento”.

Fuente: La Capital