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Subsidios al transporte: ¿federalismo o centralismo?
El actor Santiago Bal murió este lunes, a los 83 años, en el Instituto Médico de Alta Complejidad, IMAC, donde se encontraba internado.
El capocómico, que había ingresado tras sufrir una importante caída que le produjo un corte en el brazo y también había padecido un bronco espasmo, había sido trasladado a terapia intensiva luego de que su cuadro se complicara y derivara en una neumonía.
Con un sentido del humor picaresco que conquistó a los espectadores, desde el inicio de su carrera, se caracterizó por ser un referente de las comedias teatrales. Luego, Bal se iba a descubrir como autor y director de teatro de revistas, rubro que le permitió trabajar con grandes vedettes de la época y consagrados cómicos.
Si bien su carrera televisiva se inició en La Tuerca (1965), programa de sketches de humor, su máximo nivel de popularidad lo alcanzó al integrar, a finales de la década del '60, Los Campanelli, programa que luego iba a ser llevado al cine en dos oportunidades.
También disfrutó de las mieles del excesivo éxito en la comedia Gorosito y señora (1973), ciclo en el que trabajó junto a la actriz y vedette Susana Brunetti. A su vez, Santiago fue parte de Operación Ja-Ja, uno de los programas más emblemáticos del humor argentino.
En el cine también tuvo su época de oro, en películas como La guerra de los Sostenes, La casa de Madame Lulú, Las píldoras, Este loco... loco Buenos Aires, El veraneo de los Campanelli, Contigo y Aquí, Seguro de Castidad, Yo tengo fe, entre tantas otras.
En total realizó, desde 1968 hasta 2018, 21 películas. El último filme que protagonizó, Rumbo al mar (2018), fue un mimo a su carrera y un gran componente emotivo para el artista, ya que compartió cartel con su hijo Federico. La producción se estrenará el 30 de enero.